Foto: Reuters
El líder del partido Farc, Rodrigo Londoño, “Timochenko”, descartó el pasado martes que el plan para atentar contra él, mismo que la Policía dijo haber impedido, sea una cortina de humo para desviar la atención del escándalo por nuevas escuchas ilegales del Ejército a políticos, magistrados y periodistas.
“Colombia vive un momento difícil y complejo con esto de las ‘chuzadas’ (escuchas ilegales), que no es nada nuevo, que vuelve y se repite. Decir que este atentado en mi contra fue una cortina de humo no es objetivo”, sostuvo el líder de la antigua guerrilla en una entrevista con el diario La Crónica del Quindío.
Según “Timochenko”, no hay que minimizar los riesgos que corre porque la Unidad Nacional de Protección (UNP), que se encarga de la seguridad de personas amenazadas en el país, le informó “desde noviembre” pasado de “que había un plan para atentar” en su contra.
El pasado domingo las autoridades informaron que descubrieron un intento de asesinar a Londoño en la zona cafetera del centro del país, ordenado por una disidencia de la que hacen parte el exnegociador de paz de las FARC, Luciano Marín, alias “Iván Márquez”, y Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”.
Esta información coincidió con el escándalo destapado por la revista Semana que denunció escuchas ilegales desde dos guarniciones del Ejército a políticos, magistrados, generales y periodistas; al referirse al plan para atentar contra él, el líder de la Farc detalló que, de acuerdo con las investigaciones, “la decisión era no hacerlo en Bogotá porque era complejo” y por eso los atacantes “iban a esperar a que saliera a (una) región” para asesinarlo.
“Afortunadamente no pasó y estoy aquí diciéndole a Colombia y al mundo que sigo firme con la paz de Colombia”, agregó Londoño en la entrevista, en la que, sin embargo, reiteró sus críticas al Gobierno por lo que considera una falta de cumplimiento del acuerdo firmado el 24 de noviembre de 2016.
Este lunes la ONU señaló que el frustrado atentado contra “Timochenko” ilustra los riesgos que corre el proceso de paz colombiano a causa de la violencia persistente; para Naciones Unidas, los repetidos ataques contra excombatientes y líderes sociales siguen siendo la principal amenaza para la consolidación de la paz.
Desde la firma de la paz, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha verificado 303 asesinatos de defensores de los derechos humanos y líderes sociales; Londoño también expresó su preocupación por el asesinato de líderes sociales y aseguró que están matando a los “de abajo”, a “la gente que convoca a los estudiantes, a los campesinos” y afirmó que eso “tiene que parar”. EFE