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El precio del crudo de referencia Brent rompió la línea de los USD 30 en la que las empresas del sector de hidrocarburos pueden operar en Colombia con cierto margen de ganancia, según establecieron algunos expertos e incluso las mismas compañías.
Con el barril del petróleo en USD 28,6, las empresas empiezan a reaccionar para evitar crisis en sus estados financieros. Es un punto de quiebre para Colombia.
La petrolera Ecopetrol explicó este martes, por ejemplo, en un comunicado de prensa que debido a la volatilidad del mercado mundial y al coronavirus (COVID-19) va a recortar en USD 1.200 millones su plan de inversiones para 2020.
“Las medidas adoptadas se orientan a intervenir oportunidades de inversión en etapas tempranas de maduración, buscando preservar la producción y la caja, y salvaguardando inversiones en integridad y confiabilidad”, indicó la petrolera, en una clara acción para mitigar la caída de los precios.
La compañía colombiana indicó, a su turno, que redujo además en COP 2 billones de pesos, equivalentes a unos USD 490 millones, los costos y gastos “para fortalecer la competitividad de la empresa”.
La reducción de gastos se enfoca, según Ecopetrol, en “la priorización de actividades operativas, administrativas y control de gastos operacionales, como restricción de viajes, viáticos, patrocinios, participación en eventos, entre otros”.
Ecopetrol, además, propuso un nuevo esquema de pago de los dividendos a sus accionistas, tanto mayoritarios como minoritarios, con el fin de hacer frente al desplome del crudo.
Giovanni Reyes, investigador y profesor titular de la escuela de administración de la Universidad del Rosario de Colombia, explicó que las empresas petroleras pueden tener dificultades unos meses, pero no están expuestas a “un estado de quiebra”.
“Hay que tomar en cuenta que esto es una coyuntura, pero llevan muchos años de estar ganando bastante dinero en la industria petrolera”, indicó Reyes. La posición del investigador coincide con un reporte que Ecopetrol divulgó a finales del pasado mes de febrero donde se detalla que registró ganancias por COP 13,3 billones en 2019.
Mientras las empresas buscan alternativas para soportar la coyuntura de precios bajos, el panorama a nivel nacional luce un poco más gris debido a que se prevé un menor crecimiento de la economía, así como un aumento de la inflación.
“Con un dólar a COP 4.000 lo que está pasando es que vamos a importar inflación. En el momento en que las importaciones son muy caras se le transfiere algo de ese precio al consumidor final”, indicó Reyes a la Agencia Anadolu.
Al referirse al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2019, Reyes consideró que el país puede irse olvidando de una expansión de la economía superior al 3%. “Depende también de la profundidad y el tiempo de la crisis”, aseveró.
Reyes sostuvo, además, que Colombia tiene un ingreso significativo a partir del petróleo y que la caída de los precios podría desencadenar una reforma tributaria.
“El problema es que si se pone una carga impositiva de carácter regresivo, se tenderá a contraer la situación de la economía y en términos generales el Gobierno va a tener menos ingreso tributario”, manifestó el experto. Anadolu