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Un nuevo informe del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) señaló que tres cuartas partes de las personas desplazadas o afectadas por los conflictos en el mundo han perdido sus ingresos desde el comienzo de la pandemia del coronavirus (COVID-19).
Según el informe, el devastador impacto económico está llevando a muchas personas a una crisis de hambre, de falta de vivienda y de educación.
El documento evidenció que el 77% de las personas entrevistadas en 14 países habrían perdido su trabajo o fuente de ingreso laboral desde marzo.
Además, el 70% tuvo que reducir el número de comidas para su hogar desde que se declaró la pandemia y el 73% informó que era menos probable que pudieran enviar a sus hijos a la escuela debido a las dificultades económicas.
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“Las comunidades más vulnerables del mundo están en una peligrosa espiral descendente. Desplazadas a la fuerza de sus hogares por la violencia y a menudo con derechos limitados al trabajo o al acceso a los servicios gubernamentales, el impacto económico de la pandemia las está llevando a la catástrofe”, manifestó Jan Egeland, secretario general del NRC.
La reciente pérdida de ingresos, el acceso limitado a las redes de seguridad social, la disminución de las remesas y el aumento de la deuda han producido repercusiones negativas severas en la población afectada, apuntó el NRC.
Hasta septiembre, las convocatorias humanitarias de las Naciones Unidas para 2020 solo contaban con una financiación del 23%, expresó el NRC.
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“Se necesita un aumento urgente de la ayuda, pero la asistencia humanitaria por sí sola no puede arreglar la situación”, dijo Egeland, quien añadió que “los países ricos del G20 y las instituciones financieras internacionales deben situar a las comunidades desplazadas y afectadas por los conflictos en el centro de las respuestas económicas al COVID-19, tanto nacionalmente como internacionalmente”.
En tanto, el informe destacó que el 62% de los que habían recibido anteriormente remesas de familiares en el extranjero dijeron que estaban recibiendo menos que antes de la pandemia.
Mientras que el 68% dijo que era probable que se trasladaran a otro lugar por falta de trabajo o de ingresos.
El NRC realizó encuestas a 1.413 personas desplazadas, afectadas por conflictos o crisis en Afganistán, Colombia, Irak, Kenya, Libia, Malí, Uganda y Venezuela, e investigaciones adicionales en Somalia, la República Democrática del Congo, el Líbano, Jordania, Burkina Faso y Yemen. Anadolu