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El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este viernes, a petición de las autoridades de Colombia, ampliar el acceso de su actual acuerdo en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF) para el país a unos 17.200 millones de dólares.
Según un comunicado del FMI, esta cantidad representa un incremento de más de 6.200 millones de dólares respecto al acuerdo aprobado el pasado marzo para la renovación por dos años de la LCF por valor de casi 10.800 millones de dólares.
Dicha renovación fue solicitada en su día por el Ministerio de Hacienda de Colombia para garantizar liquidez financiera en caso de ser necesario por el coronavirus.
Tras la reunión del Directorio Ejecutivo, la subdirectora gerente y presidenta interina de este órgano, Antoinette Sayeh, destacó que el país “tiene marcos de políticas muy sólidos -anclados en un tipo de cambio flexible, un régimen de metas de inflación creíble, una eficaz supervisión y regulación del sector financiero, y una regla fiscal estructural- que siguen siendo un pilar para el país y han permitido a las autoridades responder de manera coordinada y oportuna a la pandemia de COVID-19”.
Sin embargo, destacó que la economía colombiana se ha visto más afectada por la pandemia de lo que se había previsto en mayo, cuando se aprobó la LCF, y actualmente se prevé que este año pase por “la mayor recesión que se haya registrado”.
“La pronta respuesta de las autoridades y las continuas medidas que se han adoptado, entre ellas la suspensión temporal de la regla fiscal para aumentar el gasto social, así como la asistencia a los hogares y empresas vulnerables, son pasos positivos que proporcionan respaldo a la economía durante la recesión”, consideró.
Sayeh agregó que “el deterioro mayor de lo previsto de la situación macroeconómica y fiscal debido a la pandemia ha dado lugar a necesidades de balanza de pagos mayores que las previstas en mayo”.
“Además -continuó-, los riesgos externos son más altos y permanecen sesgados a la baja en medio de un entorno externo excepcionalmente débil que aumenta la vulnerabilidad de Colombia a precios de las materias primas aún más bajos, volatilidad adicional del mercado financiero y un mayor deterioro de la crisis venezolana”.
Por ello, auguró que el incremento en la LCF ayudará al país a “gestionar los mayores riesgos externos; proteger los esfuerzos en curso para responder de manera eficaz a la pandemia; continuar integrando a los migrantes de Venezuela; fomentar el crecimiento inclusivo y reducir las vulnerabilidades externas”.
Concluyó que “un mayor acceso en virtud del acuerdo también debería impulsar la confianza del mercado y, combinado con cómodas reservas internacionales, proporcionaría un seguro adecuado contra los riesgos a la baja”.
La LCF para Colombia fue creada en 2009 por ser un país con buena solidez económica institucional y nunca había sido usada, y su renovación no implicaba que el país fuera pedir el desembolso de esos recursos, pues se trata de un dinero para contingencias que se sumaría a las reservas internacionales del país en caso de ser utilizado.
A ese respecto, Sayeh afirmó que “las autoridades (colombianas) han expresado su intención de usar parcialmente la línea de crédito para apoyo presupuestario con el fin de ayudar a Colombia a responder eficazmente a la pandemia”.
“Las autoridades también han manifestado su intención de tratar la mayor parte del acuerdo LCF como precautorio y siguen comprometidas con una estrategia de salida gradual del instrumento a medida que los riesgos globales excepcionales retrocedan claramente”, puntualizó.Efe