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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a todas las compañías que están desarrollando vacunas y otros productos contra la covid, incluidas Rusia y China, que le sometan sus datos científicos para evaluarlos y dar el visto bueno para su uso de emergencia.
“Para que la OMS tenga una posición sobre las vacunas de Rusia y China tiene que ver los datos específicos. Lo que pedimos es que los países colaboren con nosotros y nos transmitan todos sus datos para que podamos ofrecer una opinión rápida sobre sus productos”, declaró hoy un alto funcionario de la OMS en Ginebra, Bruce Aylward.
Los organismos reguladores de referencia mundial, el de Estados Unidos y el de la Unión Europea, han recibido peticiones para aprobar el uso de emergencia de tres vacunas que han concluido la fase 3 de ensayos clínicos, en las que han participado más de 30.000 voluntarios en cada caso.
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EEUU ya ha aprobado la primera, desarrollada por Pfizer y BioNTech, y esta semana ha empezado a vacunar con ella a los grupos de mayor riesgo. Las otras dos vacunas, de Moderna y AstraZenec (con la Universidad de Oxford), están siendo evaluadas por ambos organismos reguladores.
Por su parte, las autoridades de China y Rusia han aprobado sus propias vacunas y han empezado a utilizarlas. Además, se encuentran en conversaciones con varios países en desarrollo para abastecerlos en el entendido de que sus precios son más bajos.
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Venezuela, Emiratos Árabes Unidos y Filipinas, entre otros, han indicado que planean distribuir las candidatas a vacunas rusa y china a inicios de 2021.
Tanto China como Rusia afirman que sus vacunas tienen una tasa de eficacia similar a las desarrolladas en EEUU y el Reino Unido (superiores al 90 %), pero no han sometido esas informaciones a la OMS.
Esta Organización cuenta con un mecanismo para evaluar y aprobar el uso de emergencia de productos frente a una emergencia sanitaria, siempre y cuando pueda establecer que son razonablemente seguros y efectivos.