Una distribución equitativa de las vacunas contra la covid-19, que permita que los países de menores recursos tengan acceso a ella, generaría un 2 % de aumento del comercio global, que pasaría del 8 % estimado a un 10 % en 2021.
Así lo afirmó hoy la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, durante su participación en un evento organizado por el Foro Económico Mundial.
Esta recuperación parte, sin embargo, de una contracción del 5,3 % del comercio en términos de volumen y del 7 % en términos de valor el año pasado, como consecuencia directa de la pandemia.
El repunte del comercio internacional irá a la par con el de la economía, aunque no será nada homogéneo, puesto que se anticipa un importante crecimiento en Estados Unidos y China, y un crecimiento moderado y variado en Europa.
En cambio, América Latina y África quedarán rezagados, dijo Okonjo-Iweala.
Para allanar el terreno, la directora general sostuvo que la igualdad en el acceso a las vacunas debería ser considerada “una política económica en sí y que serviría para sostener la recuperación económica que esperamos”.
La OMC es el escenario desde hace siete meses de conversaciones entre los países en torno a una propuesta conjunta de India y Sudáfrica para suspender temporalmente las patentes que protegen las vacunas y permitir así que éstas sean fabricadas en otros lugares para atender la demanda mundial.
Okonjo-Iweala explicó que las patentes no son el único elemento a considerar a la hora de discutir sobre el acceso equitativo a las vacunas puesto que hay otras trabas, como las barreras a la exportación de materias primas para su fabricación.
Recordó que las vacunas, en particular las que utilizan la tecnología ARN mensajeros, dependen de una cadena de suministro muy sofisticada.
Mencionó que la de Pfizer/BioNTech, por ejemplo, requiere de 280 componentes procedentes de 86 plantas de producción en 19 países.
“Este es un aspecto en el que la OMC y los países miembros pueden contribuir”, comentó.
La jefa de la OMS enfatizó que lo más urgente “es empezar a utilizar cualquier planta de producción que estén sin utilizar”.
Reveló que en una reunión reservada a la que convocó recientemente a los 164 países miembros de la OMC y a la industria farmacéutica salió a relucir que hay varios países en desarrollo que tienen un capacidad que podrían destinar en el corto plazo a la producción de vacunas con inversiones modestas.
“Cuando digo corto plazo son de seis a nueve meses, no de la noche a la mañana, pero sigue siendo un plazo breve. Tenemos a Bangladesh, Pakistán, India, Indonesia, Senegal y Sudáfrica que nos dijeron que tienen capacidad”, precisó. EFE