Los representantes de la minga pidieron reunirse con Petro y su gabinete, y aseguraron que hasta entonces no abandonarán la capital.
Miles de indígenas llegaron este miércoles a Bogotá desde el suroeste de Colombia en una “minga” que reclama acciones contra la violencia que azota el departamento del Cauca y a sus comunidades, y alertaron que acamparán en el Parque del Renacimiento del centro de la capital “hasta que haga falta”.
En varios autobuses llegaron desde el departamento del Cauca casi 3.000 indígenas de diferentes pueblos y se concentraron en el corazón del parque capitalino, donde instalaron tiendas de campaña en las que permanecerán hasta que se resuelvan sus peticiones, indicaron.
La minga (que es como se llama a la forma de protesta indígena), organizada por el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), reúne a las 11 comunidades que conforman el CRIC: los pueblos ampiuille, kishu, polindara, nasa, misak, epedara-siapidara, yanakuna e ingas, kokonuokos, totoróez y embera chami, detalló a EFE una de las consejeras mayores de la organización, Rosalba Velazco.
Los indígenas reclaman al presidente, Gustavo Petro, ser incluidos en los procesos de paz que adelanta el Gobierno con diferentes grupos armados, así como atender la “crítica situación humanitaria” derivada de la violencia en el Cauca, afirmó el consejero mayor del CRIC, Jhoe Nilson Sauca.
En este sentido, piden acción frente al reclutamiento forzado de menores y atención a la población civil afectada por el conflicto armado. Las otras peticiones fueron respetar los territorios indígenas y firmar un decreto que ratifique la autoridad ambiental de los indígenas.
También se refirieron a la COP16, que se celebrará el próximo mes de octubre en Cali (suroeste), y pidieron a la comunidad internacional “seguir blindando el ejercicio de las autoridades indígenas”.
Los representantes de la minga pidieron reunirse personalmente con Petro y su gabinete, y aseguraron que hasta entonces no abandonarán la capital colombiana.
El suroeste de Colombia ha sufrido desde hace varios meses una escalada y recrudecimiento de la violencia protagonizada por los grupos armados, especialmente por una parte del Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, tras la ruptura de las negociaciones de paz con el Gobierno. Esta intensificación del conflicto ha afectado especialmente a la población civil.
Bogotá no ha sido el único punto donde comunidades indígenas se congregaron este miércoles para protestar por problemáticas sociales, también en los departamentos de Antioquia (noroeste) y Risaralda (centro) cerraron vías y se reunieron con autoridades locales para pedir que se atiendan los problemas que los acechan.
EFE