El piloto alemán Sebastian Vettel (Ferrari) defenderá su liderazgo del Mundial de Fórmula Uno este fin de semana en el Gran Premio de Canadá, territorio propicio para su rival británico Lewis Hamilton (Mercedes) que ha ganado cinco veces esta carrera, las dos últimas de forma consecutiva.
El tetracampeón alemán de Ferrari se benefició hace dos semanas de los problemas de Mercedes en la clasificación del Gran Premio de Mónaco, en el que se impuso gracias a un mejor uso de la estrategia por delante de su compañero finlandés Kimi Raikkonen.
En Montecarlo, los problemas con los neumáticos el sábado hicieron que el tricampeón del mundo Hamilton saliera decimotercero en carrera, en la que emprendió una remontada que no le permitió ir más allá del séptimo lugar.
Así las cosas, Vettel afronta la carrera del domingo en el Circuito Gilles Villeneuve de Montreal con 25 puntos de ventaja sobre su rival, que llega a un circuito tradicionalmente propicio para él.
En el trazado de la isla artificial de Notre-Dame, creada en 1965 con tierra procedente de las excavaciones del metro de la ciudad para la Exposición Universal de 1967, Hamilton se ha impuesto hasta en cinco ocasiones: su primera victoria en la Fórmula Uno en 2007 fue aquí, y después añadió los triunfos de 2010, 2012, 2015 y 2016.
Tan solo el siete veces campeón mundial alemán Michael Schumacher tiene más triunfos en el trazado canadiense, siete, mientras que su compatriota Vettel, actual referencia del Mundial gracias al buen desempeño esta temporada del Ferrari, se impuso en este trazado en 2013.
Los dos últimos años, Hamilton ha dominado en Canadá tanto la clasificación del sábado como la carrera del domingo, al anotarse la ‘pole position’ dos veces consecutivas, que se añaden a las otras tres que obtuvo en 2007, 2008 y 2010. Vettel, a su vez, fue el más rápido en clasificación de 2011 a 2013, pero solo la última de esas ‘poles’ le sirvió para ganar.
También cuentan con victorias en este trazado el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), que ganó aquí en 2014, el finlandés Raikkonen (2005) y el español Fernando Alonso (McLaren-Honda), que encadenó ‘pole’ y victoria en Montreal durante la campaña 2006, la de su segundo entorchado mundial con Renault.
El piloto ovetense regresa a la Fórmula Uno después de su aventura en las 500 Millas de Indianápolis, saldada con un abandono por avería de su motor Honda cuando marchaba séptimo a falta de 21 vueltas.
Un problema mecánico que el director ejecutivo de McLaren, el estadounidense Zak Brown, calificó como “doloroso pero no sorprendente”, una prueba del estado de las relaciones entre la escudería británica y el fabricante japonés Honda.
Por su parte, Alonso está dispuesto a volver al trabajo: “La Indy 500 ha sido una experiencia increíble y ha sido apasionante aprender una forma completamente distinta de pilotar, en un trazado diferente y con un coche distinto, pero estoy listo para volver al trabajo del día a día y competir en Fórmula Uno de nuevo”, declaró esta semana, reseñó Efe.
Su compatriota Carlos Sainz (Toro Rosso) llega con un buen sabor de boca a Montreal, después de cuajar una gran actuación en Montecarlo, donde acabó sexto manteniendo el puesto logrado en la clasificación y resistiendo los intentos de adelantarle de Hamilton en la parte final de la carrera.
El piloto madrileño acumula 25 puntos en las primeras seis carreras de la temporada -solo ha dejado de puntuar en Baréin, donde no terminó la carrera por un choque-, nueve más que los que llevaba a estas alturas la temporada pasada.
Su aspiración es liderar el grupo de la ‘clase media’ de la Fórmula Uno, el que sigue a las tres grandes escuderías (Ferrari, Mercedes, Red Bull), una empresa en la que tiene como rival al mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez con su Force India, al que la estrategia no le funcionó como esperaba en Mónaco, donde terminó decimotercero tras un toque con el ruso Daniil Kvyat (Toro Rosso).