El problema con los compromisos impagables de la política es que el intercambio de favores nos ha llevado a perder la capacidad para tomar decisiones propias.
Obligados a corresponder o pagar deudas emocionales de manera excesiva o incondicional hacia alguien que ha hecho algo bueno por ellos, así es como se sienten muchas personas tras su participación en política: “el que da siente que fue mucho y el que recibe, cree que fue poco”.
Es de lado y lado: “te doy mi voto, tú me das un beneficio”, “yo ayudo y tú haces lo que quiero”. Así las cosas, hay quienes terminan sintiendo una deuda que deben responder como sea. Nos resulta ineludible hacer algo, aun cuando no queramos o podamos.
El problema con los compromisos impagables de la política —y que no necesariamente son económicos— es que el intercambio de favores nos ha llevado a perder la capacidad para tomar decisiones propias y afrontar la necesidad de responder con “gratitud” ante cada acción no desinteresada.
Lo más paradójico: hemos perdido la competencia para aprender a decir “NO”. Me refiero a políticos y electores. Generalmente, priorizamos las necesidades y deseos de otros sobre los propios. Nosotros mismos creamos relaciones desequilibradas y poco saludables cuando estamos conminados a dar más de lo que recibimos.
De forma incuestionable, siempre vale la pena reconocer que la gratitud es un sentimiento positivo para fortalecer las relaciones. Sin embargo, los límites saludables priorizan el propio bienestar y evitan dejar en la arena política lo más importante: “el tiempo, la fe, la familia y la dignidad”.
Para efectos de hacerlo bien, es recomendable no comprometer los valores, mantener la objetividad, impedir los abusos; en términos generales: “cumplir”, otorgar confianza a una actividad desprestigiada y que la sociedad ve como sórdida, distante y hostil.
No todo el que reparte recibe. No todo el que ahorra tendrá una base. No todo el que madruga llega primero. Es simple: la clave está en elevar la gestión a proporciones justas.
Por: Freddy Serrano Díaz
Estratega Político