Los casos de cólera en Yemen pueden alcanzar los 300.000 a finales de agosto debido a la estación de las lluvias, alertó Unicef.
En una teleconferencia desde Saná, la responsable de Unicef en el país árabe, Meritxell Relano, explicó que las previsiones se basan en que la curva de crecimiento de afectados sigue ascendente.
Relano destacó que de los 192.983 pacientes actuales, 1.265 han muerto -un cuarto de los cuales eran niños-, lo que indica que se sigue manteniendo la tasa de mortalidad en menos de un 1 por ciento.
La mitad de los infectados son menores de edad, añadió la responsable.
Además, los niños yemeníes padecen niveles extraordinarios de malnutrición, lo que los hace más vulnerables a las enfermedades, dado que el país está al borde de la hambruna a causa del conflicto que afecta al país desde hace dos años.
Relano indicó que en los lugares donde Unicef ha podido llevar a cabo una campaña de prevención casa por casa decrecieron los niveles de infección.
“Una campaña significa no sólo entrega de sales de hidratación y medicamentos para luchar contra la enfermedad, sino también de enseñar a cómo prevenirla”.
Le experta recordó que el sistema de obtención de agua potable y saneamiento está destruido en muchos lugares del Yemen y el sistema sanitario al borde del colapso, a causa de que los empleados no han recibido su salario desde octubre pasado.
“Unicef, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos dan incentivos a los trabajadores sanitarios para que puedan seguir acudiendo a trabajar, y poder mantener abiertos los hospitales y centros de atención a los enfermos de cólera”.