La imagen de Brasil como un país alegre que irradia felicidad contrasta con un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que indica que tiene la mayor tasa de depresión de América Latina.
Según la entidad, el 5,8 % de los brasileños (unos 11,5 millones de personas) sufre depresión, superando la media mundial del 4,4 % (unos 322 millones de personas).
Para la psicóloga Celia Resende, el avance de la depresión en Brasil se debe a “la falta de valores” de la sociedad.
“Hay una inseguridad económica muy grande, los jóvenes están sin esperanza y la droga está muy extendida”, dijo a Efe, y lamentó que “los jóvenes se embarcan en la cuestión de la felicidad inmediata, es aterrador”.
Según la especialista, hay “una cuestión cultural de pérdida de valores, en un país extremadamente erotizado. Hay un pedido de libertad a través del sexo que comenzó en los años 60, era un movimiento con una filosofía por detrás, pero es algo que se perdió en los años 90, ahora solo hay erotización por erotización”.
Para el psicólogo y psiquiatra brasileño Alexandre Keusen, las cifras responden a que Brasil tiene una vida más urbana que la mayoría de sus vecinos.
“En Brasil hay una vida más metropolitana que la que hay, por ejemplo, en Paraguay o Ecuador, todo está mucho más concentrado en las metrópolis”, aseguró Keusen a Efe.
Según la OMS, la tasa de depresión en el mundo subió un 18 % en apenas una década.
En América Latina, Brasil aparece seguido de Cuba (5,5 %), Paraguay (5,2 %), Chile y Uruguay (ambos con el 5 %), y en el continente, solo Estados Unidos, con el 5,9 %, supera el índice brasileño, frente a Guatemala, que presenta las cifras más bajas, con apenas el 3,7 %.
Para Keusen, una de las causas que explican un aumento de los casos de depresión en el mundo es el actual ritmo de vida.
“Hoy se necesita dar una respuesta a cada momento, el organismo se sobrecarga y por eso hay más personas ansiosas, tienen que estar respondiendo todo el tiempo”, comentó.
A nivel mundial, la incidencia es mayor en mujeres (5,1 %) que en hombres (3,5 %).