La “perplejidad, asombro, miedo e incertidumbre” de los colombianos ante la dejación de las armas por parte de las Farc es normal, dijo a Efe el director de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), Manuel Herrera.
“Ahora se están sembrando las cosas, y en el futuro se recogerán los frutos, que no se pueden pedir ya mismo. La entrega de armas ha sido un gesto simbólico, interesante, que manifiesta la buena voluntad”, resaltó Herrera, quien abrió en Bogotá el primer foro internacional sobre Intervención Social y Posconflicto.
Se refirió así al acto celebrado el pasado 27 de junio en la localidad de Mesetas, en el departamento del Meta, en el que las Farc, la guerrilla más antigua del continente, oficializaron el fin de su lucha al completar el proceso de dejación de las armas.
“Los retos son crear una cultura de la paz, eso no nace de la noche a la mañana. (…) Ahora el posconflicto tiene que reinar en la vida cotidiana”, agregó Herrera, que lleva varias semanas impartiendo conferencias por Colombia analizando la situación actual del país y las metas que deberá afrontar a mediano y largo plazo.
El sociólogo y directivo de la UNIR recordó que los bandos enfrentados entre 1936 y 1939 durante la Guerra Civil española supieron “ceder para ganar” a la hora de redactar una nueva Constitución después de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional del Trabajo Social de Colombia, Claudia González, explicó a Efe que la reconstrucción del tejido social y la recuperación de la confianza de la sociedad civil es vital para la “reparación” del país.
“El conflicto generó violencias de todo tipo que han tenido efectos en muchas generaciones de muchos sectores y que han afectado desde la libertad individual hasta la equidad en el poder adquisitivo”, advirtió González.
Asimismo, subrayó que los procesos de “reconstrucción de la paz” como el que enfrenta Colombia después del fin de la guerra con las Farc requerirá, aproximadamente, el mismo tiempo que duró el conflicto.
“Son más de cincuenta años los que vamos estar hablando de paz y construyendo nuevos escenarios de convivencia”, precisó.
