Una niña de iraquí de diez meses se ha convertido en la víctima mortal número 33 de la epidemia de sarampión que afecta a Rumanía desde 2016 y que ha llevado al Gobierno a planear una ley que obligue a vacunar a todos los escolares.
La pequeña, que entró en el país el pasado 7 de julio, había sido internada en un hospital donde se le diagnóstico la enfermedad y donde falleció.
Aparte de un joven de 29 años que falleció a finales de julio, el resto de víctimas mortales de esta epidemia de sarampión han sido menores.
El número de casos confirmados por sarampión en Rumanía desde enero de 2016 hasta el pasado 28 de abril es ya de 8.937, la mayoría entre niños no vacunados.
En 2015 hubo sólo 15 casos declarados de sarampión.
Los especialistas explican esta explosión de casos con las campañas antivacunación impulsadas, entre otros, por grupos religiosos.
Por ello, el Gobierno pretende aprobar el próximo mes de septiembre una ley que obligue a vacunar contra el sarampión, pese a las protestas de varias asociaciones de padres.
Según el proyecto, las escuelas y las guarderías estarán obligadas a comprobar que los niños que solicitan plaza están vacunados. Efe