ETB debe ser vendida cuanto antes a un inversionista privado para evitar que siga perdiendo valor por la falta de recursos del gobierno de la capital y para que sea competitiva frente a las multinacionales del sector, dijo el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa.
El Gobierno de la ciudad comenzó este año el proceso de venta de su participación de un 86,3 por ciento en la telefónica ETB por al menos 2,38 billones de pesos (810 millones de dólares), después de recibir la autorización del concejo de la ciudad.
Pero un juez ordenó en julio suspender la venta por irregularidades en la aprobación de la enajenación por parte del concejo de Bogotá, luego de una acción judicial presentada por los sindicatos de trabajadores de la compañía que se oponen a la operación.
“Me parece un grave error de algunos jueces que han parado el proceso de venta, que lo han detenido, y esperamos que esto se resuelva en los próximos meses porque cada mes que pasa la empresa pierde valor y sería una tragedia que no se venda a tiempo”, declaró Peñalosa en una entrevista con Reuters.
El alcalde recordó que Bogotá no tiene recursos para invertir en la empresa de telecomunicaciones, que viene perdiendo mercado ante multinacionales como Claro, unidad de América Móvil, Movistar de la española Telefónica y Une Tigo.
Los recursos que obtenga el Gobierno de Bogotá por la venta de ETB serán destinados a construcción de colegios, hospitales e infraestructura vial, dijo el alcalde.
Peñalosa también confía en sacar a licitación antes de finalizar el año el proyecto de unos 5.000 millones de dólares para construir una línea de metro de 25 kilómetros, clave para mejorar el transporte de la ciudad de más de 9 millones de habitantes.
El Gobierno de Bogotá aportará un 30 por ciento de los recursos para la financiación del metro y el Gobierno Central el restante 70 por ciento, informa Reuters.
“Estamos trabajando a marchas forzadas. Deberíamos estar abriendo licitación, si todo sale bien, antes de terminar este año y deberíamos estar con la primera línea de metro en funcionamiento en unos cinco o seis años”, concluyó Peñalosa.