La visita del papa Francisco a Cartagena de Indias avivó el fervor religioso y disparó las ventas formales y ambulantes de toda suerte de artículos religiosos, afiches y camisetas del sumo pontífice, que llegará mañana al Caribe.
Desde temprano, los feligreses acudieron a retirar sus boletas para el acceso al Terminal de Contenedores de Cartagena (Contecar), donde el Vicario de Cristo oficiará la misa que cerrará su visita apostólica a Colombia ante alrededor de 280.000 personas.
“Es una alegría y estar presente en el recibimiento del papa es maravilloso para todo el pueblo colombiano”, dijo a Efe Atanael Sosa, quien viajo junto a su esposa, Magola, desde la localidad de Melgar, en el departamento de Tolima (centro), para ver al santo padre.
Cargada de afiches, camándulas y pequeñas imágenes, Magola estaba emocionada de llevarle a sus hijos y familiares detalles bendecidos por el papa.
“Espero de la misa de mañana mucho amor, mucha bendición para mis hijos, para mis nietos y para el mundo entero, que haya paz en el mundo”, declaró a Efe esta mujer.
A su vez, Claudia Salcedo, una joven periodista vinculada a Radio María, consideró una “bendición muy grande” tener al papa en Cartagena, y calificó de “maravillosa” la respuesta de la gente y la organización del acontecimiento.
Y precisamente la emoción dejó sin palabras a Grey Anaya, una joven de 23 años que llegó junto a su tía y una prima en busca de las boletas.
“Es una emoción muy grande, qué no le pediría al papa”, afirmó con voz entrecortada Grey al reflexionar sobre la posibilidad de ver al obispo de Roma.
Su tía Petra Anaya, quien viajó cinco horas por tierra desde la población de Magangué hasta Cartagena, indicó que pedirán por “la paz de Colombia“.
En un almacén de la ciudad donde se cruzaban compradores y feligreses en busca de boletas, Edwin Quintero explicó a Efe que las ventas han repuntado un 300 %.
Quintero, quien atendía a la clientela vestido con una camiseta blanca con la imagen de un Francisco sonriente, indicó que los feligreses están adquiriendo biblias, calendarios, camándulas, así como encíclicas y libros de oraciones.
“La gente se está comportando superbién, la gente tiene un comportamiento espectacular. Hay la multitud, pero tienen la paciencia, la calma, veo que están llenos también del Espíritu Santo”, agregó.
Sobre una acera y tratando de llamar la atención de los viandantes, Alexander Espinosa, un hombre de 61 años oriundo de Medellín y que se identificó como de origen gitano, exhibía estatuas pequeñas de su santidad que vende a 15.000 pesos (unos 5,16 dólares).
“La gente está correspondiendo a las ventas, nos están colaborando”, dijo Espinosa, quien relató a Efe que desde los 13 años se dedica al comercio y que se trasladó desde la vecina población de Turbaco hasta Cartagena.
“Ayer la lluvia nos molestó bastante el comercio, antier lo mismo. Hoy esperamos vender hoy y mañana terminar lo que tenemos”, confió mientras mostraba también abanicos y llaveros con la imagen del papa.
Unos metros más adelante Manuel Escorcia, quien viajó desde la ciudad de Santa Marta, en el también caribeño departamento de Magdalena, ofrecía a los transeúntes un kit para asistir a la misa, que incluye gorra y camiseta, a un costo de 20.000 pesos (unos 6,89 dólares).
“El día de hoy han empezado a dispararse las ventas”, comentó a Efe Escorcia, que habitualmente vende artesanías, pero que aprovechó la visita para Francisco para visitar a sus familiares en Cartagena y ganarse un dinero extra, informa Efe.
Escorcia dijo esperar que esta visita apostólica, que el papa inició el miércoles en Bogotá y lo ha llevado a Villavicencio y Medellín, traiga “muchísimas bendiciones para Colombia“.
