El 49 % de los brasileños que fuma tiene planes para abandonar el cigarrillo en los próximos seis meses y un alto porcentaje apoya las iniciativas del Gobierno para desincentivar su consumo, según una encuesta divulgada hoy por el gubernamental Instituto Nacional del Cáncer (INCA).
El porcentaje de fumadores activos en Brasil que quiere dejar de serlo en un plazo de medio año es el mayor entre los 28 países que participan del Proyecto Internacional de Evaluación de Políticas de Control de Tabaco (Proyecto ITC).
De acuerdo con el INCA, ese índice fue de apenas el 10 % entre los fumadores de Alemania y del 33 % en Inglaterra, 34 % en Francia y 37 % en Estados Unidos.
El proyecto, que incluye sondeos en los diferentes países, intenta medir el impacto “psicosocial y comportamental” de las políticas para el control de tabaco.
Entre los principales motivos señalados por los brasileños que quieren parar de fumar destacan su propia salud (68 %), los daños que provocan a otros por el tabaquismo pasivo (51 %), la posibilidad de darle un mal ejemplo a los niños (66 %) y el precio del tabaco (50 %).
El sondeo en Brasil, que consultó a 1.358 personas entre septiembre de 2016 y marzo de 2017, mostró igualmente un alto apoyo de los fumadores en Brasil a las iniciativas gubernamentales de combate al tabaco y hasta a la posibilidad de que su comercialización sea prohibida en un plazo de diez años.
Entre los consultados, el 68 % de los fumadores apoya la prohibición de la venta de tabaco hasta en diez años desde que el Gobierno ofrezca tratamiento para quienes quieren superar el vicio, porcentaje que llega al 77 % entre los no fumadores.
La directora general del INCA, Ana Cristina Pinho, interpretó los resultados del estudio como una “petición de socorro” de los fumadores brasileños, que, en su opinión, quieren superar el vicio y no lo consiguen.
“Los números muestran con mucha claridad lo que significa dependencia física y síquica de una droga. El fumador tiene conciencia de que el tabaco amenaza su salud, pero no consigue liberarse de la dependencia”, afirmó.
De acuerdo con el estudio, el 72 % de los fumadores apoya la política brasileña que prohíbe la publicidad del tabaco y un 49 % respalda la ley que obliga a los fabricantes a colocar advertencias y fotos chocantes en sus cajetillas. Esos porcentajes llegan al 86 % y al 56 %, respectivamente, entre los no fumadores.
Pero el sondeo mostró igualmente que el deseo de los fumadores de abandonar el tabaco aún choca con la tentación provocada por la publicidad del producto y la baja oferta de programas de apoyo.
Pese a que Brasil prohibió la publicidad del tabaco en los medios de comunicación desde el año 2000, los anuncios que incentivan su consumo aún pueden ser vistos en los puntos de venta, en campañas callejeras y hasta en eventos culturales y deportivos.
El 32 % de los fumadores brasileños dijo haber notado “frecuentemente” o “muy frecuentemente” anuncios que los estimulan a fumar, el mayor porcentaje entre los países del proyecto. En segundo lugar se ubicó Holanda, en donde el 17 % de los fumadores aseguró haber visto con frecuencia anuncios de incentivo al consumo.
Por ese motivo, el 72 % de los fumadores brasileños y el 86 % de los no fumadores apoya la prohibición total de los anuncios, inmforma Efe.
Pese a que el 82 % de los fumadores señaló haber visto panfletos u otras publicaciones alertando sobre la necesidad de parar de fumar, solo un 40 % afirmó haber recibido verdaderamente orientaciones sobre los pasos a dar para abandonar el cigarrillo.