Al menos 133 personas han muerto debido a la epidemia de peste bubónica y neumónica que asuela Madagascar desde finales de agosto, de la que hasta ahora se han identificado 1.836 casos, según el último balance publicado hoy por la ONU.
De estos casos, el 61 por ciento se corresponden a la variante pulmonar de la enfermedad, más peligrosa y difícil de tratar que la linfática, que puede causar la muerte en 24 horas si no es tratada a tiempo con antibióticos.
Los datos facilitados por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) muestran que 12 de las 22 regiones del país han registrado casos, e indican que 1044 pacientes se han recuperado ya de la enfermedad desde que comenzó la epidemia y otros 83 están en tratamiento.
Según la OCHA, solo se puede seguir el rastro de menos del 30 % de las personas que han tenido contacto con enfermos, lo que puede dificultar la contención de la enfermedad, que en su variante pulmonar se puede contagiar de humano a humano a través de excreciones bucales como tos o saliva, algo que no ocurre con la bubónica, informa Efe.
De los 1836 casos identificados, 253 son confirmados, 693 probables y 890 sospechosos, detalló la ONU.
Madagascar sufre epidemias regulares de peste cada año, pero al contrario que en otras ocasiones, este brote no se ciñe a la peste bubónica, una modalidad de la enfermedad en la que el bacilo afecta al sistema linfático, sino a la neumónica, provocada por la bacteria Yersinia pestis.