La pérdida de cabello en la mujer supone una ardua confrontación psicológica con símbolos sociales heredados ya que el cabello, cognitivamente, es “una de las primeras manifestaciones de la belleza”, contó el psiquiatra José Javier Mendoza.
El coordinador de investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) establece la relación entre la percepción de la belleza y la estética capilar ya que “cada una de las representaciones que podamos ver en el cabello va a modificar el estímulo que provocamos en las personas”.
El pelo es un elemento ornamental que sirve como distintivo de género y belleza, además de ser un rector de la simetría facial y un una parte esencial de la vivencia de la atracción.
Asociado a la pérdida de belleza y del impacto visual, el cabello se ha convertido en una manifestación de una posición social.
Inconscientemente, como seres humanos proyectamos el deseo en diferentes partes del cuerpo, siendo el pelo “un símbolo de una proyección que implica mayor atracción que otros”.
Las connotaciones van aun más lejos, ya que las acciones más mundanas relacionadas tienen altos significados. “Hay extravagancia en el cabello. Si tengo una fiesta, me peino el cabello; si me rebelo contra algo, me lo dejo largo o me lo corto”, ejemplifica el especialista, reporta Efe.
La caída del pelo en mujeres suele relacionarse con altos niveles de ansiedad y muchas veces se establece un círculo vicioso ya que, según Mendoza, “la caída del cabello causa ansiedad y la ansiedad causa la caída del cabello”.