La incertidumbre de los inversores, que en algunos momentos de la jornada rayó en el pánico, fue la nota dominante de la sesión en las principales Bolsas asiáticas, que cerraron con pérdidas destacadas, en el entorno del 5 %, arrastradas por el desplome de anoche en Wall Street.
La Bolsa de Tokio, que llegó a perder más de un 7 % durante la sesión, consiguió amortiguar los recortes en los últimos minutos de jornada, aunque su principal índice, el Nikkei, se dejaba al cierre un 4,73 % y se precipitaba hasta los 21.610,24 puntos.
El Nikkei perdía más de 1.000 enteros, algo que no se recordaba desde 2016 con el brexit, y se veía arrastrado por el bajonazo de la víspera en el mercado de Nueva York, que marcaba su peor caída en puntos de la historia, en concreto 1.175 unidades.
El temor a un alza más agresiva de los tipos de interés en Estados Unidos que pueda repercutir en la inflación de la primera economía mundial llevó al Dow Jones a perder un 4,6 %, hasta las 24.345,75 unidades.
A este desplome se sumó igualmente el retroceso del S&P 500, que se dejó un 4,10 %, su peor resultado desde agosto de 2011, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq bajaba un 3,78 %.
Con estos antecedentes, poco pudieron hacer los mercados asiáticos, que también sufrían la apreciación del yen frente al dólar estadounidense, una temida tendencia que perjudica a los exportadores japoneses y que terminó por minar aún más el ánimo de los inversoresm, reporta Efe.
El cóctel formado por la pésima sesión de Wall Street y la subida de la divisa nipona ofrecía muchos motivos como para que el pesimismo recorriera los mercados asiáticos y alcanzaba también a las Bolsas chinas.