En lo alto de las montañas de Colombia, José Alberto Gamboa confiesa que lo único que sabe hacer es buscar oro, un metal que lleva incrustado en su sonrisa, y defendería como fuera a la minería por poner comida en su mesa durante décadas.
“Nos tocaría conseguirnos un fusil e irnos a la guerra, porque ¿con qué vamos a mantener a los hijos?”, dijo el recio campesino de 67 años y padre de siete hijos, durante un descanso de su turno en la mina Reina de Oro, sobre una empinada ladera del municipio de Vetas, a 3.350 metros de altura.
Gamboa no está solo en su defensa de la minería: Reuters conoció que la comunidad de Vetas acordó realizar en los próximos meses una consulta popular para consagrar la explotación minera en sus tierras, actividad que dio origen al pueblo hace unos 467 años.
Aunque la consulta en Vetas sería el primer referéndum a favor de la minería en Colombia y podría alentar otras similares en distintas regiones, algunas grandes compañías creen que este tipo de consultas aumentarán la incertidumbre jurídica ante la ausencia de una ley que indique si son vinculantes o no.
Además, las comunidades suelen apoyar a pequeñas empresas locales y a la minería artesanal en desmedro de grandes mineras internacionales como AngloGold, Continental Gold, EcoOro y Red Eagle.
“Apoyamos la consulta, pero no nos interesa apoyar a ninguna multinacional”, dijo Johanna Rangel, socia de Reina de Oro, una mina propiedad de 12 familias de la región que ha sido explotada durante varias generaciones y emplea a 60 personas.
Con todo, la actitud en Vetas contrasta con seis consultas que rechazaron la minería en otras regiones en 2017 y otras 54 pendientes que asustaron a inversores extranjeros y provocaron la suspensión del prometedor proyecto aurífero de la sudafricana AngloGold Ashanti cerca al municipio de Cajamarca.
Aunque no se tiene certeza del potencial de Colombia debido a un conflicto armado de más de medio siglo que limitó la exploración, estudios preliminares auguran grandes oportunidades en oro, cobre y las denominadas “tierras raras” como el coltán, informa Reuters.
Los habitantes de Vetas no quieren sufrir lo mismo que sus compatriotas en Cajamarca, en el departamento del Tolima, cuya economía se desplomó luego de la consulta que prohibió la minería y obligó a salir a AngloGold tras invertir 360 millones de dólares en un proyecto hoy abandonado en las montañas ricas en oro.