Ecuador tiene aún grandes retos que enfrentar para combatir el cáncer, pues aunque cuenta con una Estrategia Nacional para el control de la enfermedad, la realidad es que esta política no abarca a una población representativa, ni es aplicada correctamente, dijo hoy la doctora Oderay Larrea.
“Estamos lejos de obtener registros que nos ayuden a tomar decisiones correctas, tenemos registros nacionales de tumores, pero abarcan apenas al 17 % de la población, mientras que los registros de mortalidad son de muy baja calidad”, comentó la jefa de Servicio de oncología del Hospital de la Seguridad Social Carlos Andrade Marín (HCAM).
En el I Foro EFE de Salud en Quito sobre el alcance del cáncer en Ecuador y la región latinoamericana, titulado “Cáncer: retos, oportunidades y casos de éxito”, la especialista explicó que debido a ello, esta enfermedad no ha logrado disminuir su incidencia y mortalidad en el país y, que por el contrario, se estima que en los próximos 20 años habrá un incremento de 90 % en presencia de cáncer y 109 % en mortalidad.
“Falta que se empiece a ver el cáncer como lo que es, como un problema de salud pública con una incidencia creciente. Si es así ahora, esperen a ver en 20 años lo que es”, consideró.
Aseguró que “el reto es inmenso” pues se trata de hacer cambios en los estilos de vida, además de fortalecer la detección oportuna y mejorar los tratamientos, pues de no hacer nada este problema seguirá creciendo.
Larrea recordó que en Ecuador, como en América Latina, el cáncer representa la segunda causa de muerte solo detrás de las enfermedades cardiovasculares, “pero en este caso, sabemos que muchos tipos de cánceres son prevenibles solo si cambiamos los hábitos dañinos en los estilos de vida”.
Finalmente, sugirió que se consideren seriamente formas de financiar políticas de detección y prevención temprana y que desde la Academia se “enseñe de verdad a los estudiantes cómo detectar el cáncer” y se busquen “los presupuestos y se planteen políticas de educación”.
Por su parte, la doctora Patricia Cueva, directora del Registro Nacional de Tumores señaló la importancia de esta herramienta, implementada desde 1984, que ha servido para entender la incidencia y causas de la enfermedad.
“Todos los países deberíamos tener un registro como este, pues es una fuente inagotable de hipótesis”, indicó.
La especialista detalló que el archivo, centrado mayormente en la ciudad de Quito, ha revelado que, por ejemplo, en los últimos años se conozca que la incidencia de cáncer de tiroides y colorrectal se ha incrementado en el país, mientras que otros como el de estómago se ha estabilizado.
Cueva dijo que este tipo de estadísticas ayudan no solo a conocer la presencia del cáncer en el país andino, sino también a la docencia e investigación científica, áreas en las que consideró necesario reforzar acciones para lograr un diagnóstico oportuno y mejorar el tratamiento, pues en ocasiones, “algunos pacientes no tienen acceso a estos dos puntos”.
En este sentido, Fernando Sempértegui, rector de la Universidad Central del Ecuador (UCE), urgió a los responsables del Gobierno a impulsar la investigación oncológica, y pidió garantizar presupuesto para la creación de un Instituto en el que participen las principales universidades del país, informa Efe.