El servicio nacional de salud de Irlanda (HSE, sus siglas en inglés) confirmó hasta 208 casos de mujeres afectadas por irregularidades en un programa de detección del cáncer de cuello de útero, 17 de las cuales han fallecido ya.
El HSE explicó que, de ese total, 175 mujeres con cáncer deberían haber recibido un tratamiento diferente, según establecieron los responsables del programa público “CervicalCheck”, tras revisar los resultados de los test originales efectuados por dos laboratorios de Dublín y uno de Estados Unidos.
La ciudadanía ha sabido del alcance de este escándalo sanitario después de que la semana pasada ese laboratorio estadounidense aceptó compensar con 2,5 millones de euros a la irlandesa Vicky Phelan, a la que no se diagnosticó correctamente que padece cáncer cervical, ahora terminal.
Los test realizados por “CervicalCheck” y enviados por el HSE al laboratorio estadounidense en 2011 indicaron que Phelan, de 43 años, estaba “libre de anomalías”, según explicaron sus abogados durante un juicio celebrado en el Tribunal Superior de Dublín.
No obstante, otra prueba efectuada en 2014 confirmó que padece cáncer de cuello de útero y el pasado enero se le comunicó que le quedan entre seis y doce meses de vida, reporta Efe.
Sus letrados aseguraron durante el proceso, que se cerró con un acuerdo extrajudicial, que, de haberse detectado a tiempo, podría haber aumentado hasta el 90 % sus posibilidades de curación y supervivencia.