La cosecha de café arábigo de Colombia se recuperará en 2019 a 14 millones de sacos de 60 kilos por un fenómeno de El Niño moderado que ayudará a la floración, pero los bajos precios continuarán siendo una preocupación para los productores, dijo el martes el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
La producción colombiana de café bajó en 2018 a 13,6 millones de sacos desde los 14,2 millones en el año previo, como consecuencia de las lluvias y la nubosidad sobre las principales zonas de cosecha, en medio de las bajas cotizaciones del grano que redujeron las ganancias de los caficultores.
Pero un mejor clima debido al Fenómeno de El Niño, que en Colombia provoca altas temperaturas y escasez de lluvias, está mejorando la floración y la producción de los cafetales, aseguró el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez.
“Este año tenemos una película, desde el punto de vista del clima muy diferente, hemos tenido un Fenómeno de El Niño moderado que es conveniente a la hora de lo que llamamos el estrés que tienen que tener los árboles de café para producir”, explicó Vélez en una entrevista con Reuters en su oficina del norte de Bogotá.
“En realidad hemos visto unas muy buenas floraciones en Colombia, y si podemos tener la fertilización correspondiente deberían dar una buena cosecha al final del año y retomar la senda de los 14 millones de sacos”, agregó.
Pero los bajos precios internacionales siguen siendo motivo de preocupación debido a que los productores colombianos de café no logran alcanzar el punto de equilibrio.
“Yo aspiro a no volver a precios de 95 centavos (por libra), eso sería una vergüenza reiterada, pero tampoco estoy viendo una recuperación”, sostuvo Vélez. “Un precio por debajo de 1,10 no nos cubre el precio de producción, esa es la gran tragedia”.
El dirigente lidera una cruzada a nivel internacional para comprometer a tostadores, importadores y distribuidores a no pagar precios por debajo de los costos de producción más un margen de rentabilidad para los productores, en busca de no desestimular el primer eslabón de la cadena, pero su iniciativa no ha tenido ninguna acogida.
Los ingresos actuales de los cultivadores aún no cubren los costos de producción estimados en 760.000 pesos (246 dólares) por carga de 125 kilos. Los mayores costos provienen de la mano de obra y la fertilización.
El precio interno se ubicó el lunes en 735.000 pesos (238 dólares) por carga de 125 kilos, mientras que en la Bolsa de Nueva York cerró en 1,05 dólares por libra, informa Reuters.
“Nadie habla de ganancias extravagantes, nadie habla de precios desproporcionados, pero por lo menos de una industria que sea capaz y consciente que necesita mantener sus suministradores con la suficiente energía económica como para continuar el crecimiento”, explicó.
Colombia, el tercer productor mundial después de Brasil y Vietnam, tiene 980.000 hectáreas cultivadas con café, pero un eventual aumento de su producción solo se daría con un incremento de la productividad a 22 sacos por hectárea desde los 19 actuales, manteniendo los programas de renovación de arbustos y con una buena fertilización, dijo Vélez.
El dirigente sostuvo que un precio ideal por carga de 125 kilos sería entre 850.000 y 900.000 pesos (275 y 259 dólares) para que el caficultor pueda tener algo de rentabilidad y recuperar la inversión.