El acceso y la calidad de la atención sanitaria mejoró globalmente entre 2000 y 2016, si bien se mantienen grandes disparidades entre los países, según un estudio publicado por la revista The Lancet.
La investigación midió la calidad del sistema sanitario de los 195 Estados del mundo mediante la comparación de datos de 32 causas de muerte curables con una atención médica adecuada, como la tuberculosis o el tétanos, para adjudicar una puntuación de 0 a 100.
La media global obtenida en 2016 es de 54,4, lo que supone una subida de 12 puntos frente a la de 2000, que se situó en 42,4, al tiempo que la brecha entre el país de mayor calificación y el de menor se redujo, del 79,3 anterior al 78,5 actual.
Esta subida se debe principalmente a las mejoras sanitarias de las zonas del África subsahariana y del sudeste asiático, si bien las cifras obtenidas por Estados Unidos y algunos países latinoamericanos se han estancado.
Las naciones que encabezan la tabla son Islandia -que se mantiene la primera-, Noruega y Holanda, mientras que a la cola se quedan la República Centroafricana, Somalia y Guinea-Bissau.
Rafael Lozano, de la Universidad de Washington y líder de la investigación, señaló a la publicación británica que “los resultados enfatizan la necesidad urgente de mejorar el acceso y la calidad de la atención sanitaria”.
“De no hacerlo, los sistemas sanitarios se podrían enfrentar a grandes brechas entre los servicios de salud que proveen y la carga de enfermedad de su población”, agregó, al tiempo que apuntó que las enfermedades no transmisibles, como las afecciones cardiovasculares o el cáncer, son la mayor amenaza para la mortalidad.
En la clasificación, España se encuentra en el puesto 19 con 92 puntos, por delante de Francia y el Reino Unido, mientras que Puerto Rico -38-, Cuba -55-, Costa Rica -62- y Uruguay -68- son los países latinoamericanos mejor situados.