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La actividad económica chilena cayó en noviembre un 3,3 % interanual, lo que supone un nuevo retroceso considerable que se suma a una cifra similar del mes anterior a consecuencia de las protestas en el país contra la desigualdad social en el país, informó este jueves el Banco Central.
Los datos corresponden al índice de actividad económica (Imacec) publicado por el ente bancario chileno, que reflejan la realidad de noviembre, mes central durante el estallido social que comenzó el pasado 18 de octubre y que deja al menos 24 muertos en todo el país.
La serie desestacionalizada creció un 1 % respecto al mes precedente y disminuyó un 3,4 % en 12 meses, informaron desde el Banco Central.
Las estadísticas mostraron un descenso del 5,1 % en el Imacec Minero, mientras que excluyendo la minería de la actividad económica la bajada fue del 3,9 %, principalmente afectado por el desempeño de las actividades de los servicios y el comercio.
En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero y el no minero crecieron el 1,5 % y el 0,9 %, respectivamente.
Entre los servicios destacaron las caídas en educación, transporte y restaurantes y hoteles, parcialmente compensadas por el aumento de la actividad en la construcción y la industria manufacturera.
Con respecto a los datos entregados por el Banco Central, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, indicó en rueda de prensa que la caída fue “algo menor que lo proyectado por el mercado”, pero que “implica un retroceso importante que no cabe minimizar”.
“Estamos en un momento económico complicado. Como ministerio y como Gobierno estamos redoblando los esfuerzos para tratar de morigerar lo más posible los impactos de esta crisis en la economía”, señaló el ministro.
Los datos del Imacec de noviembre son los segundos peores desde hace 10 años, solamente superados por los entregados en el mes pasado (-3,4 % en octubre).
El Imacec reúne el 91 % de los bienes y servicios del producto interior bruto (PIB) y se considera un anticipo de este.
La idea del Gobierno, explicó Briones, es mitigar los efectos que han tenido las protestas en la economía chilena y apuntalar el comercio y los empleos.
“Hemos sido siempre bien cuidadosos con este tema porque, en primer lugar, el desempleo es una variable humana fundamental (…) afecta a personas de carne y hueso en sus ingresos y en la dignidad que el trabajo supone”, dijo.
Briones destacó que con estos resultados el crecimiento previsto en Chile para el 2019 será en torno al 1 %, mientras que la proyección para el 2020 está entre el 1 % y el 1,5 %.
Las protestas están causando grave impacto en el comercio y en el turismo hasta el punto de el Banco Central rebajó su previsión de crecimiento para 2019 del 2,5 % al 1,9 %.
El Gobierno estima que se podrían perder hasta 300.000 puestos de trabajo a finales de año, lo que elevaría la tasa de paro del 7 % al 10 %.
A pesar de ello, las cifras de empleo entregadas por Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la semana pasada apenas arrojaron una reducción interanual de 0,1 % y la cifra se mantuvo en el 6,9 % para el trimestral móvil septiembre-noviembre..
La divisa chilena también ha sufrido el impacto de la crisis social y obligó al BCCh a intervenir con la puesta en venta de hasta 20.000 millones de dólares para evitar el desplome del peso. Efe