La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó a 70.000 el número de casos de cólera en Yemen y a 570 los fallecidos por esta epidemia, que empezó a extenderse a finales del pasado abril y ahora afecta a 19 de las 23 provincias de ese país, que sufre una guerra civil.
El conflicto, por su parte, ha dejado 8.053 muertos y 45.000 heridos en un contexto en el que menos de la mitad de las instalaciones médicas funcionan, los trabajadores sanitarios han tenido que desplazarse y no reciben regularmente sus salarios desde 2016.
Además escasean todo tipo de medicinas y otros suministros esenciales.
Frente a esta situación, “la OMS está intentando aumentar su respuesta a esta epidemia, con 150.000 fluidos intravenosos, treinta nuevos centros para el tratamiento de la diarrea y 67 toneladas de material médico, dijo en Ginebra su portavoz, Tarik Jasarevic.
La organización está muy preocupada porque cree que los 70.000 casos de cólera reportados no representan la totalidad.
“Hay miles de casos cada día. El problema es que el acceso al agua apta para el consumo es muy difícil y los servicios de limpieza pública no funcionan, así que la basura está en la calle por todos sitios”, explicó.
En Sana, la capital de Yemen, el sistema normal de distribución de agua está paralizado y todo el agua es transportado por camiones, una situación que obliga a la gente a extraer agua contaminada de los pozos.
Jasarevic explicó que “esto es algo que puede matar potencialmente a muchas más personas y es por eso que hemos llegado a este punto, porque el cólera no es fácil de tratar”.
Las operaciones de la OMS en Yemen se enfrentan, como en otros casos de emergencias humanitarias, a una escasez de fondos.
De 321 millones de dólares, los donantes sólo han financiado el 13 %.
A esa dificultad se suma el limitado acceso del personal de ayuda a ciertas zonas del país a causa del conflicto y de los daños a las infraestructuras.
La OMS estima que la tasa de mortalidad de esta epidemia se sitúa en alrededor del 0,8 %, con áreas específicas de Yemen donde es mucho más elevada y puede llegar al 2,5 %.