El directorio del Banco de la República dejó el viernes estable en un 4,25 por ciento su tasa de interés, para dar un impulso final a la economía antes de que probablemente comience a subirla el próximo año para contener la inflación y alinearse con las tendencias de la política monetaria internacional.
La junta directiva de siete miembros decidió por unanimidad dejar el costo del dinero en el mismo nivel en que lo mantiene desde abril pasado. Los analistas esperan que el banco emisor comience a incrementar en marzo la tasa de referencia para acumular 75 puntos básicos durante todo el 2019.
“Al evaluar el estado de la economía y el balance de riesgos, la junta consideró conveniente mantener la tasa de interés de referencia en 4,25 por ciento”, dijo el gerente del Banco Central, Juan José Echavarría, al leer un comunicado.
La discusión del banco se centró en los precios del petróleo, las posibles consecuencias de problemas en otros mercados emergentes y las preocupaciones sobre la velocidad con la que la economía se está recuperando.
La turbulencia del mercado internacional y los precios más bajos del petróleo están comenzando a afectar a Colombia, con la caída del peso a medida que los inversores se retiran de los mercados emergentes y la Reserva Federal de Estados Unidos aumenta las tasas.
“La Reserva Federal incrementó su tasa de interés de referencia y, para 2019, se esperan menos aumentos que (lo proyectado) en el trimestre pasado. La caída en los precios del petróleo y la menor perspectiva de crecimiento mundial se han reflejado en presiones alcistas sobre las primas de riesgo y la tasa de cambio del país”, dijo el comunicado del banco emisor.
El banco analizó el posible impacto de una reforma fiscal recientemente aprobada por el Congreso y el contexto internacional, aún cuando la inflación colombiana se mantiene cerca del objetivo de 3 por ciento y los indicadores de crecimiento económico muestran signos moderados de recuperación.
Algunos analistas opinan que la reforma fiscal aprobada esta semana puede tener un efecto adverso en los consumidores, debido a que los impuestos a la cerveza, los refrescos y a los bancos, sumados a un alza de los tributos a las personas de ingresos medios y altos, podría desestimular la demanda.
Sin embargo, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, descartó un efecto inflacionario de la reforma fiscal y reconoció que aunque el 2018 fue año difícil, se evidencian signos de recuperación que hacen prever un mejor desempeño de la economía para el próximo año.
Aunque, la inflación se podría acelerar el próximo año por un aumento en los costos de los alimentos debido al fenómeno de El Niño que afectaría las cosechas por una escasez de lluvias, Echavarría dijo que el impacto será mínimo.
El banco emisor colombiano reiteró que las expectativas de inflación registraron leves cambios y se mantienen por encima del 3 por ciento.
Mientras Carrasquilla previó un crecimiento de entre 3,5 y 4 por ciento para el 2019, el Banco Central lo proyectó entre 3,3 y 3,5 por ciento, informa Efe.
El Banco Central de Colombia ha mantenido estable su tasa de interés de referencia desde abril, luego de realizar recortes de 350 puntos básicos a partir de diciembre de 2016 en un intento por impulsar la recuperación económica.