El BBVA Colombia invertirá en los próximos cinco años 5.000 millones de pesos (unos 1,75 millones de dólares) en educación financiera para más de 400.000 personas con el fin de ayudar al país a salir del atraso en este campo, anunció hoy el presidente de la entidad, Óscar Cabrera.
El banquero subrayó que Colombia debe fomentar la educación financiera para superar el rezago que tiene frente a otras economías latinoamericanas y de esta forma hacer que el país sea más eficiente y más productivo.
“No se trata de que todo el mundo tenga una tarjeta, tenga una cuenta, se trata de conseguir una vinculación profunda entre el sistema financiero y los usuarios para que sepan, por ejemplo, para qué sirve endeudarse y para qué no”, dijo Cabrera en una rueda de prensa en Cartagena.
El presidente del BBVA Colombia destacó que la educación financiera es un instrumento determinante para la inclusión social, pues genera mejores hábitos en los consumidores.
“La bancarización cambia la calidad de vida y cambia los hábitos de los consumidores, los hace más productivos, más eficaces y más salubres”, añadió al explicar que, por ejemplo, el uso de billetes en el día a día conlleva riesgos de seguridad y de higiene por la circulación de papel moneda muchas veces deteriorado.
Cabrera citó datos del Banco de la República y de la Asociación Bancaria de Colombia, según los cuales de un millón de transacciones financieras que se hacen al mes en el país, cerca del 98 % son en efectivo, el 2 % con tarjeta débito y una porción marginal con tarjeta de crédito.
Si se comparan los datos de pagos y transferencias electrónicas per cápita anuales con los de otros países se evidencia el atraso de Colombia en este campo frente a economías similares, entre ellas sus socios de la Alianza del Pacífico, bloque que integra junto con Chile, México y Perú.
En Colombia ese indicador es de 12 operaciones per cápita anuales, muy por debajo de Perú (17 operaciones), México (27), Argentina (34), Chile (46) y Brasil (135).
En comparación con los países desarrollados la brecha es mayor, pues en Canadá este indicador es de 317, en Estados Unidos alcanza las 357 y en Suecia llega a 429 transacciones per cápita anuales.
“La educación financiera es un tema de responsabilidad fundamental de los bancos y tenemos que hacer que la gente entienda para qué sirve una cuenta”, pero también hay responsabilidad del Estado y una cuestión cultural de fondo, según explicó.
En ese sentido, Cabrera dijo que hay una concepción de los latinos que piensan que en el tiempo no cuesta y por eso no les importa hacer filas en bancos para hacer operaciones que podrían hacer cómodamente desde casa.
“También tiene que ver con la nación; el sistema financiero no puede hacer nada si el Estado no acompaña. El Estado tiene que relacionarse con el ciudadano con mecanismos electrónicos”, agregó.
Cabrera indicó que aunque las transacciones electrónicas tienen un costo, es más alto el de la burocracia y al final quien acaba pagando es el consumidor.
“Esto (la burocracia financiera) es tremendamente ineficiente, tremendamente costoso para un país como el nuestro”, aseguró Cabrera, quien propuso “que eliminemos el uso de efectivo de forma radical” y con eso “todos vamos a vivir en este país mucho mejor, con mucha mas eficiencia, con mucha más productividad”.
Para avanzar en este campo, el BBVA implantó hace cinco años el Programa de Educación Financiera, que ha capacitado a 140.000 personas, cifra que a la que se sumarán 400.000 beneficiarios con la inversión anunciada.
Esta iniciativa, que consta de cinco talleres sobre ahorro, tarjetas de crédito, salud financiera, crédito hipotecario, y canales transaccionales y seguridad bancaria, tiene entre sus componentes un autobús que circula por el país como “Aula móvil de educación financiera”, informa Efe.
Con programas como este, la proporción de adultos colombianos con productos financieros, que en 2008 era de casi 16 millones, equivalentes al 55,5 % de la población, subió a 25,4 millones (76,4 %) en 2016.