Este miércoles, 7 de agosto, Colombia se reunirá en torno al Bicentenario de la Independencia, una gesta que se inició con el grito del 20 de julio de 1810 y que culminó, en opinión del escritor Gonzalo España, en 1861 cuando las instituciones de la colonia fueron erradicadas del país.
“Hay muchas hipótesis (sobre la independencia) pero realmente lo que se logró en 1819 con la batalla, casi que absoluta de Boyacá, es si se quiere la libertad política”, dijo España en una entrevista a Efe.
El escritor colombiano afirmó que la batalla de Boyacá, con la que los colombianos relacionan el fin del dominio de España, no significó que la colonia hubiera finalizado, pues sus instituciones siguieron funcionando.
A modo de ejemplo, mencionó que en el país continuó la esclavitud, las tierras eran de propiedad de la Iglesia y las legislaciones eclesiásticas y civiles continuaron “unidas, entremezcladas”.
“Incluso las monedas que todavía funcionaban y circulaban pasada la mitad del siglo XIX eran pesetas españolas. Eran monedas que tenían al monarca en su cara y en la otra parte un emblema español… Se demoró mucho el país en consolidar un régimen monetario propio”.
Pese a lo anterior, el escritor España, que se define como un “historiador aficionado”, resaltó la importancia de Boyacá al considerarla el punto de partida para la liberación de otros países.
“La batalla fue más importante de lo que nos imaginamos, porque aunque no fue sangrienta, de grandes proporciones, el dominio español sobre lo que era la Nueva Granada quedó roto” -declaró.
Autor del libro “Del grito a la victoria” (Penguin Random House), España afirmó que tras este combate Simón Bolívar logró crear una base con miles de “criollos y patriotas” y obtuvo importantes recursos para que “se librara la guerra hacia el sur”.
De esta forma, Bolívar logró vencer en el enfrentamiento de Carabobo, que significó la derrota de España en territorio venezolano, y en el de Ayacucho, en 1824, para conseguir la independencia de Perú.
“En Boyacá pelearon 5.400 soldados patriotas y 4.000 que eran de la Nueva Granada. Ese es el gran símbolo de la batalla” -resaltó.
Tras estos sucesos históricos, el entrevistado sitúa en 1861 la fecha en la que se puede hablar de una “independencia institucional”, cuando el expresidente colombiano Tomás Cipriano Mosquera hizo “la primera gran reforma agraria”.
Con esta decisión, Mosquera opta por expropiar las tierras a la Iglesia y subastarlas para que éstas pudieran ser compradas y vendidas por los ciudadanos.
El escritor comentó también la hipótesis de que la independencia colombiana no se logró en la región del Caribe sino hasta 1821, cuando los últimos españoles huyeron de Cartagena.
“Sí, es cierto, se demoró la liberación de Cartagena, como también se demoró la liberación de Pasto, de algunas regiones remotas, y la expulsión de los españoles fue poco a poco”.
Esto ocurrió, a juicio de España, por la “desigualdad que han sufrido las provincias” frente al “centralismo bogotano”.
“De alguna manera la historia se recuenta permanentemente alrededor de los hechos centrales y se tiende a olvidar todos esos elementos que hacen parte de la combinación de todo un suceso nacional”.
Pese a que entiende el reclamo de zonas como el Caribe y otras del suroeste colombiano, el escritor recalcó que “la independencia fue un esfuerzo común de todo el país” y no se puede desconocer que fue una batalla “de toda una nación”.
“Popayán cambio de manos 23 veces violentamente hasta 1820-1821; 23 veces desde 1810— Fue una región que perdió y luchó sucesivamente, tenía el apoyo a veces de Bogotá, pero a veces peleaban solos” -añadió.
Estas versiones poco conocidas obedecen, según cree, a una pérdida de las “raíces” por parte de los colombianos y a una “falla oficial” que ha llevado a no enseñar historia en los colegios.
“Yo creo que todas esas cosas nuevas que se han descubierto de hechos locales, regionales y nacionales debían ser transmitidas a través de debates y foros para que se volviera a activar lo que fue esa memoria tan importante de esta lucha”.
Gonzalo España piensa que se desaprovecha la “gran huella” que puede dejar el Bicentenario, pues se “reemplaza con un fastuoso desfile” que eleva el patriotismo, y cree que Colombia, como una “nación pensante”, necesita una “oportunidad para que la gente se entere de cosas muy profundas”. Efe