El nuevo Gobierno de transición sirio busca el reconocimiento de las potencias mundiales para legitimar su autoridad.
La Administración del presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, descarta de momento levantar las sanciones contra el Organismo de Liberación del Levante (HTS), el grupo islamista considerado terrorista por Washington que asumió el poder en Siria tras la caída de Bachar Al Asad.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, declaró en una rueda de prensa telefónica que HTS está lanzando señales positivas sobre la transición en Siria, pero no está previsto quitarle la designación de grupo terrorista.
“No creemos que estemos en condiciones en este momento, dadas las acciones que se han tomado y las que no, de tomar alguna determinación en este momento”, afirmó.
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Según el diario The Washington Post, la Administración de Biden ya habría decidido mantener la designación de grupo terrorista a HTS y dejar el asunto para el próximo Gobierno de Donald Trump, que asumirá el poder el 20 de enero.
Fuentes de la Administración demócrata afirmaron en declaraciones al periódico que HTS debe “demostrar que ha roto definitivamente con los grupos extremistas, en particular Al Qaeda”.
Estados Unidos anunció este lunes una relajación de las restricciones para la entrega de ayuda humanitaria a Siria, en una muestra limitada de apoyo al nuevo Gobierno de transición.
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El Gobierno de Joe Biden retiró el 20 de diciembre una recompensa de 10 millones de dólares por Abu Mohammed al Jolani, líder del HTS.
El pasado diciembre se produjo un encuentro en Damasco entre Al Jolani y la principal diplomática estadounidense para Oriente Medio, Barbara Leaf, quien lideró la primera delegación de EE.UU. en Siria desde la caída de Al Asad.
El nuevo Gobierno de transición sirio busca el reconocimiento de las potencias mundiales para legitimar su autoridad. No obstante, tanto EE.UU. como la ONU siguen considerando al HTS una organización terrorista.
EFE
