La negociación sobre el “brexit”, la inmigración y una mayor cooperación en el ámbito de la Defensa han marcado el final del curso en la Unión Europea (UE), como demostró la última cumbre del año de jefes de Estado y de Gobierno.
En la negociación sobre la salida del Reino Unido del club comunitario, el gran avance tuvo lugar el pasado 15 de diciembre, cuando los líderes de los países que permanecerán en la UE tras la marcha británica reconocieron los progresos suficientes en la primera etapa de las conversaciones, centrada en los derechos de los ciudadanos, la frontera irlandesa y el acuerdo financiero.
Así, aceptaron pasar a la segunda fase, sobre la futura relación entre Bruselas y Londres, y debatir un periodo transitorio durante el cual el Reino Unido ya no participará en la toma de decisiones de los organismos, oficinas y agencias de la Unión ni podrá nominar o elegir a sus miembros, pero deberá respetar la legislación comunitaria.
El negociador jefe de la Unión para el “brexit”, Michel Barnier, aseguró que la transición debería concluir el 31 de diciembre de 2020, al mismo tiempo que el actual marco financiero plurianual, mientras que la negociación sobre sus términos tendría que finalizar en marzo del próximo año y dar paso al debate sobre la futura relación, reporta Efe.
Pese a los progresos logrados, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya afirmó durante la rueda de prensa de la última cumbre que alcanzar un acuerdo completo para marzo de 2019, cuando Londres debe abandonar la Unión, es “realista y, por supuesto, dramáticamente difícil”.