El cambio climático afecta a los procesos de floración de las plantas y altera la producción de polen, aumentando así las probabilidades de contraer alergias como la rinitis alérgica o el asma, afirmó el doctor Francisco Saynes.
En conferencia de prensa, el otorrinolaringólogo expuso que las plantas, al verse sometidas a “ambientes hostiles por las altas cantidades de dióxido de carbono (CO2), generan proteínas de defensas ubicadas en el polen” y estas, al entrar en el organismo humano, no son reconocidas y provocan reacciones alergénicas.
“Este incremento de CO2 hace que las plantas produzcan proteínas de defensa para resistir cambios climáticos”, aseguró el especialista del Consejo Mexicano de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.
Además, a consecuencia del aumento de temperatura a nivel global y su incidencia en las estaciones, los procesos de floración suceden antes y duran más, por lo que “el polen está más tiempo presente” en el ambiente.
De hecho, el especialista expresó que si “antes las alergias tenían un tiempo más estacional, en invierno o primavera, ahora es todo el año”.
Esto hace que, en un entorno hostil con cada vez menos zonas verdes y, por tanto, menos captación de CO2 por parte de la vegetación, “la respuesta alérgica va a ser mucho más importante y mucho más prolongada” en la población.
Otro problema, según acotó el médico, es que, pese a que existen medidas de reforestación, estas “no consideran el potencial alergénico de las plantas”, reporta Efe.
Las más comunes a la hora de reforestar en México son las del olivo, los plátanos de sombra, los cipreses y los abedules, entre otros. “Todos son muy bonitos, pero son los que más alergia generan en nuestro país”, aseguró.