En la actualidad, los tratamientos con células madre se utilizan en pacientescon la artritis, hernias discales y otras enfermedades.
Las células madre se posicionan como una de las alternativas más prometedoras dentro de la medicina regenerativa, especialmente, en tratamientos para la salud articular y el envejecimiento.
Su capacidad para renovarse y transformarse permite reparar y regenerar tejidos dañados, lo que abre la puerta a terapias más efectivas y menos invasivas.
Estas células están presentes en diferentes partes del cuerpo. Pueden extraerse de la médula ósea, de la grasa abdominal, de la zona interna del muslo o incluso del cordón umbilical de un bebé, cuya recolección puede beneficiar hasta a 200 pacientes.
En la actualidad, los tratamientos con células madre se utilizan en pacientes con artritis, hernias discales, artrosis, enfermedades neurodegenerativas como alzhéimer y párkinson, y en niños con parálisis cerebral, entre otras condiciones. Su aplicación también es relevante en la atención del envejecimiento articular. Sin embargo, las personas con cáncer y las mujeres embarazadas no pueden recibir este tipo de terapia.
La administración de células madre puede realizarse de tres maneras, según las necesidades del paciente: por vía intravenosa, mediante inyecciones locales en la zona afectada o a través de terapia intravenosa combinada con sueros multivitamínicos que potencian su efecto.
Según el doctor Carlos Guerrero Silva, el procedimiento no presenta efectos secundarios significativos; no obstante, pueden aparecer síntomas similares a los de una gripa: “No hemos detectado efectos secundarios. Puede llegar a tener una reacción durante las primeras 24 horas que es una especie de gripa fuerte; puede sentir dolor muscular, tos, dolor de cabeza, mareo, náuseas y en algunos pacientes, fiebre. Es un periodo de 24 horas que se maneja igual que una gripa: acetaminofén, líquidos y reposo”.
Tras el tratamiento, los especialistas recomiendan seguir una dieta libre de gluten durante al menos un mes, mantener una buena hidratación y realizar actividad física. Aunque los resultados pueden tardar, es importante darles tiempo a las células para que cumplan su función.




