El trasplante de células madre se ha convertido en un tratamiento eficaz para tratar más de 80 enfermedades, entre ellas la diabetes tipo 1, leucemia, anemia, e incluso puede ayudar a personas con autismo, según varios estudios.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy en día se realizan más de 119.000 trasplantes cada año en todo el mundo, de los cuales, unos 2.000 corresponden a células madre.
Las células madre promueven la circulación sanguínea y de oxígeno hacia el cerebro, mejorando la perfusión, así como el reemplazo de neuronas dañadas y la formación de nuevos vasos.
También las células madre son conocidas como “semillas mágicas” porque tienen la habilidad de curar enfermedades, regenerar órganos y hasta prolongar la vida.
Pese a ello, “existe aún poca demanda de almacenamiento de células madre por creer que es un procedimiento muy costoso o porque la gente no sabe de esta posibilidad hasta después del parto”, explica en entrevista con Efe Julio Myslabodski, director comercial del Banco de Cordón Umbilical (BCU) de México.
El número de bancos públicos de células madres es todavía reducido. En México, existen bancos públicos como el CordMX del Centro Nacional de Transfusión Sanguínea y el del Hospital Universitario de Nuevo León.
Sin embargo, están restringidos a casos en los que el bebé por nacer tenga un familiar enfermo que pudiera recibir sus células madre.
Según estadísticas del Centro Nacional de Transfusión Sanguínea en México, hasta diciembre de 2014 la cifra de trasplantes de células madre en el país alcanzó los 336, de los cuales el 89 % correspondió a pacientes pediátricos.
De ese total de pacientes trasplantados, un 72 % fue por diagnóstico de leucemia, 11 % por anemia aplásica, 1,2 % por inmunodeficiencias congénitas y el resto por linfomas u otras enfermedades.
Un ejemplo de éxito en el trasplante de células madre es el caso de Karla, una niña que en 2006 fue diagnosticada con sarcoma de Swing (tumor óseo canceroso).
Después de un periodo de tratamiento con quimioterapia y la amputación parcial de su brazo derecho, el tumor seguía apareciendo, por lo que le realizaron, en mayo de 2008, un trasplante con células madre autólogas (eran sus células), reseñó Efe.
Al día de hoy, Karla no ha vuelto a recaer y “se encuentra perfecta”, dicen sus familiares.
El trasplante de células madre cobra importancia porque, en muchas ocasiones, sólo puede realizarse entre familiares compatibles y de acuerdo con la OMS, únicamente el 30 % de los pacientes tienen compatibilidad.
Mientras que, si no hay nexos familiares, sólo una persona entre medio millón puede ser compatible con otra.