Más de 300 solicitantes de asilo, incluidos niños, y empleados están expuestos a altos niveles de un moho tóxico en el centro para inmigrantes que Australia tiene en Nauru, en el Pacífico, informaron medios locales.
Una veintena de extrabajadores del centro denunciaron que padecen diversos problemas de salud debido a la inhalación del moho, cuyas partículas pueden afectar al cerebro o el sistema respiratorio, incluidos fibromialgia, problemas neurológicos, dolor crónico o infecciones pulmonares.
“Tengo una deficiencia cerebral por inhalar moho”, dijo a la agencia local AAP una profesora que impartía clases de inglés a los niños en Nauru, al explicar que sus problemas de memoria y lenguaje, así como de fatiga constante, han puesto fin a su carrera.
Steve Fish, un extrabajador de la organización Save the Children que trabajó en Nauru entre 2014 y 2015, dijo que sufre una tos persistente que los médicos no pudieron diagnosticar porque las imágenes de rayos X no mostraban nada.
La exposición al moho tóxico, cuyo nivel excede entre 57 y 76 veces el nivel normal, según la edición australiana del diario The Guardian, también ha causado problemas de asma y sinusitis entre los internos del centro de detención.
El Ministerio de Inmigración recibió en diciembre de 2014 un informe clasificado que advertía de los riesgos asociados a la presencia de este moho en el centro operado por Transfield, conocida ahora como Broadspectrum, que fue adquirida por Ferrovial, reporta Efe.
La investigación encargada por Transfield en 2014 al microbiólogo Cameron Jones reveló que las células y esporas de hongos y bacterias en el aire y en la superficie son capaces de causar enfermedades “por infección directa, toxicosis o por alergia”.