Las autoridades colombianas manifestaron su intención de continuar asignando carácter precautorio al acuerdo con el FMI.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que Colombia reúne los requisitos para el acuerdo en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF) y dijo que las autoridades del país manifestaron su intención de continuar asignando carácter precautorio al acuerdo.
La Subdirectora gerente y presidenta interina del Directorio Ejecutivo del FMI, Antoinette Sayeh, aseguró que “Colombia cuenta con fundamentos económicos y marcos de políticas muy sólidos anclados en un régimen de inflación objetivo creíble, un marco de política fiscal de mediano plazo sólido, un tipo de cambio flexible y una eficaz supervisión y regulación del sector financiero”.
“Las autoridades están firmemente comprometidas a continuar con su historial de aplicación de políticas muy sólidas y mantener estas políticas en el futuro”, añadió.
El miércoles el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó su revisión para determinar que Colombia reúne los requisitos para el acuerdo en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF) y reafirmó que el país continúa satisfaciendo los criterios de acceso a los recursos de la LCF.
Según el FMI, “el acuerdo actual de dos años a favor de Colombia en el marco de la LCF por un monto equivalente a DEG (derechos especiales de giro por) 7.155,7 millones (alrededor de 9.800 millones de dólares) fue aprobado por el Directorio Ejecutivo del FMI el 29 de abril de 2022”.
RIESGOS EXTERNOS E INTERNOS
Sin embargo, Sayeh aseguró que “los riesgos externos siguen siendo elevados con posibilidades de deterioro” porque “las condiciones financieras mundiales podrían endurecerse más, con efectos negativos sobre los precios de las materias primas y el crecimiento”.
“Un recrudecimiento de la guerra de Rusia en Ucrania podría perturbar los flujos comerciales y financieros. El contagio de la turbulencia del sector bancario internacional podría tener un impacto adverso en la estabilidad económica y financiera, aunque la continua y firme supervisión por parte de las autoridades moderaría estos efectos”, explicó.
Entre tanto, la experta considera que “a nivel interno se necesitará poner especial atención en el diseño y comunicación prudente de las reformas estructurales”.
“La Línea de Crédito Flexible (LCF) ha contribuido a fortalecer la resiliencia de Colombia frente a choques externos y ha dado señales de la calidad de las políticas macroeconómicas de Colombia y de sus marcos institucionales”, expresó.
Igualmente, Sayeh valoró que tras recuperarse después de la pandemia “la economía colombiana está experimentando una transición necesaria hacia una trayectoria de crecimiento más sostenible”.
“El endurecimiento de las políticas macroeconómicas es el adecuado, y debe mantenerse hasta reducir de forma duradera la inflación, fortalecer las finanzas públicas y resolver los desequilibrios externos”, señaló.
Agregó: “Mientras que los objetivos de la agenda de reformas estructurales para mejorar la igualdad, promover la diversificación económica y fortalecer la gobernabilidad son encomiables, una implementación cuidadosa y prudente será esencial para preservar la estabilidad fiscal y financiera y garantizar que los incentivos económicos estén bien alineados”.
Esto ocurre en un contexto en el que el presidente colombiano, Gustavo Petro, hizo el miércoles una prematura remodelación de su gabinete ministerial, menos de nueve meses después de asumir el cargo, para conjurar una crisis política detonada por la falta de apoyo a sus reformas en el Congreso donde ya no cuenta con mayorías.
Entre los siete ministros salientes figura el de Hacienda, José Antonio Ocampo, considerado un nombre que transmite confianza a los mercados financieros y un garante de la estabilidad económica de Colombia, no estaba entre los candidatos a dejar del gabinete pero será reemplazado por Ricardo Bonilla, que fue secretario de Hacienda de Petro cuando fue alcalde de Bogotá (2012-2015).