Por FREDDY SERRANO DÍAZ
Estratega Político
A la hora de pagar una cuenta muchos cuando llegan a la caja del supermercado quieren devolver la mitad de los productos que tomaron del anaqueles, la indecisión nos hace melindrosos, dubitativos, imprecisos y hasta incoherentes, tal cual ocurre con la política, un lugar común donde confluyen la improvisación y el repentismo.
Si en la actividad democrática hay circunstáncialidad, ésto no es garantia para que las decisiones mal tomadas y cuando ya no hay tiempo, tengan eco, ¿pueden creer que a tres meses de un proceso electoral en este país haya algunos esperando una epifanía para definir si aspiran o no?.
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Pues bien, eso es lo que ocurre en Colombia, campañas “express”, acá muchos de nuestro autodenominados “líderes”, no todos, son especialistas en oír al que no tienen que oír y contratar al que no tienen que contratar, se escudan en pensar mucho y hacer poco, son argumentativos sin cesar, arriesgan nada y quieren ganarlo todo.
Del otro lado están los “brutos pero decididos”, esos que tienen claro lo que quieren y lo que no, persistentes y constantes, los que como el deportista entienden la importancia de ir al disciplinados al gimnasio por mucho tiempo, duermen al último y madrugan más, tienen el valor de hacer de un proyecto una empresa y nunca dejan un propósito a expensas de la suerte o una señal divina.
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Como cada cuatro años vuelve a haber elecciones, algunos no empiezan por el miedo a la ancheta de diciembre, los cuadernos de enero, las mesadas de febrero, las ayudas de marzo, semana santa en abril, mamitas en mayo, papitos en junio o cometas en agosto, otros toda su vida la dedican a esto, esa es la diferencia, “la constancia vence lo que la dicha no alcanza”.
Simplemente es no dejar para mañana lo que pueden empezar desde ayer; una cosa es pensar, otra decir y lo que cuenta es conseguir que se haga realidad.
