Científicos estadounidenses han elaborado una vacuna capaz de mitigar los efectos adictivos del Captagon, un estimulante sintético popular entre los jóvenes de Oriente Medio conocido en Occidente como la “droga de los yihadistas”, publica hoy Nature.
La complejidad química de la fenitilina, el compuesto derivado de la anfetamina que contiene esa droga, ha hecho que hasta ahora no se conocieran en detalle los mecanismos específicos que se activan para que actúe como un potente estimulante psicoactivo y genere una fuerte dependencia.
El consumo de Captagon aumenta la atención, mantiene la vigilia, genera una sensación de bienestar y de motivación, y retrasa la sensación de hambre y fatiga.
Si se deja de consumir, se entra en fases de insomnio, cansancio, ansiedad, y, en algunas personas, puede generar alucinaciones y episodios de psicosis.
Según el Informe Mundial sobre Drogas difundido en junio por la ONU, existen indicios de que los yihadistas del Estado Islámico (EI) consumen Captagon, aunque no hay pruebas concluyentes de que el grupo se beneficie económicamente de su producción o venta.
Se trata además de una de las drogas más populares entre los jóvenes de Oriente Medio, con sus principales mercados en las monarquías del Golfo Pérsico, reseñó Efe.
Según Nature, se estima que en Arabia Saudí el 40 % de los consumidores de drogas entre 12 y 22 años son adictos a la fenitilina.