Unos 35 millones de personas consumieron algún tipo de opioide (opio, morfina, heroína y derivados sintéticos) en 2015, la droga que sigue causando un mayor impacto negativo en la salud y que en Estados Unidos ha alcanzado dimensiones de epidemia.
Es uno de los elementos que destaca la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) en su Informe Mundial sobre Drogas de 2017 presentado.
“Los opioides (que incluye a todos los derivados de la adormidera, incluidos los sintéticos) entre ellos la heroína, siguen siendo el tipo de droga más nociva para la salud“, recuerda la ONUDD en su reporte.
Además del riesgo de sobredosis, la ONU advierte de que el consumo de opioides está asociado al riesgo de contraer enfermedades como el SIDA debido a la práctica peligrosa de consumirla mediante inyección.
“El daño causado por los opioides, problema que aqueja a muchos países, se hace especialmente evidente en los Estados Unidos de América”, ejemplifica la ONUDD en su reporte. Efe
En ese país, el uso indebido de fármacos opioides y el aumento del consumo de heroína y fentanilo (un analgésico sintético 50 veces más potente que la heroína) “ha desencadenado una epidemia combinada e interrelacionada, así como el aumento de la morbilidad y la mortalidad relacionadas con los opioides”.
En EE.UU., las muertes por sobredosis, en su mayoría causadas por opioides, se han disparado desde las 16.849 del años 1999 a las 52.404 de 2015.
Solo el año pasado, señala el reporte, el número de víctimas creció un 11,4 por ciento. Así, los opioides provocan en Estados Unidos más muertes que los accidentes de tráfico o la violencia.