El ritmo de progresión de la economía colombiana, que se vio afectada por el bajón de los precios de las materias primas en 2016 y quedó en el 2 %, va a acelerarse este año, con un 2,2 %, y sobre todo el próximo, con un 3 %, según la OCDE.
En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) corrigió a la baja sus propias previsiones de noviembre sobre Colombia para 2017 (en tres décimas) y al alza para 2018 (en una décima).
La recuperación de la actividad vendrá, sobre todo, de la mano de la inversión, ya que tras haber caído un 3,6 % el pasado año, debería remontarse un 2,5 % este ejercicio y un 5,1 % el próximo.
Los autores del informe indicaron que detrás hay una demanda externa más fuerte, una política monetaria que apoya, un “ambicioso” programa público de infraestructuras y unos precios del petróleo más elevados.
Otro de los vectores de la expansión es el consumo interno, que debería elevarse un 1,9 % este año y un 2,6 % el próximo gracias a unos tipos de interés más bajos y a una inflación que debería pasar del pico del 7,5 % el pasado año al 4,7 % en 2017 y al 3,7 % en 2018. Efe
La evolución prevista del sector exterior ilustra cómo Colombia va a superar, según la OCDE, el bache que atravesó por el hundimiento de las materias primas y del barril de petróleo en particular.
El pasado año, las exportaciones disminuyeron un 0,9 %, pero en el caso de las importaciones el bajón fue todavía mayor, del 6,2 %.
Este ejercicio, tanto unas como otras deberían progresar, un 0,9 % y un 2,1 %, respectivamente, mientras que el próximo la tendencia continuará, con una subida del 4,1 % y del 3,7 %.
La OCDE -en la que Colombia está en proceso de adhesión- estimó que la política fiscal es “ampliamente apropiada” después de la adopción de la reforma adoptada a finales de 2016.
También juzgó favorable para el crecimiento el plan gubernamental Colombia Repunta, que plantea un aumento del gasto público en la mejora de infraestructuras y en el realojamiento de personas desplazadas, unido a los incentivos para dar un impulso a la inversión en el sector privado.
Reiteró que el acuerdo de paz que pone fin a más de medio siglo de conflicto interno va a aportar “grandes dividendos sociales y económicos”, aunque tendría que ir acompañado de reformas estructurales centradas en la “inclusión y diversificación”.
La OCDE hizo notar que, pese los “recientes progresos”, los altos niveles de desigualdad en los ingresos y la informalidad del mercado laboral continúan siendo grandes retos que tiene Colombia.
Y consideró que las políticas de reforzamiento de la protección social tendrían que ir acompañadas de otras para favorecer la inversión en innovación, infraestructuras y educación, así como reducir las diferencias laborales entre hombres y mujeres y aumentar la integración de Colombia con los países de la región.