Un equipo de investigadores de la Universidad de la Florida Central (UCF, por sus siglas en inglés) halló una conexión entre la artritis reumatoide y el consumo de leche y de carne de res infectadas por la cepa de una bacteria, anunció ese centro de estudio ubicado en Orlando.
El estudio encontró que el 78 % de los 100 pacientes examinados comparten la misma mutación genética que se encuentra en aquellos aquejados de la enfermedad de Crohn, una condición inflamatoria que ataca a los intestinos.
A su vez, el 40 % de estos pacientes dieron positivo a las pruebas de la bacteria Mycobacterium avium subespecies paratuberculosis (MAP), aseguró la Universidad de la Florida Central a través de un comunicado.
Con todo, el hallazgo científico no explica el origen de la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune inflamatoria que ataca las articulaciones, los músculos, huesos y órganos, provoca dolores severos y deformidades óseas y que afecta a unos 1,3 millones de estadounidenses.
“Entender las causas el papel que juega la MAP en pacientes de artritis reumatoide es vital para tratar esta enfermedad de manera más efectiva”, aseguró por su parte el doctor Naser, quien además de haber participado en esta investigación, trabaja en el primer experimento para tratar con antibióticos a pacientes de la enfermedad de Crohn, aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).
El grupo de médicos, que sustentó sus investigaciones en 500.000 dólares otorgados por la Legislatura de Florida, tiene planes de incluir en sus estudios a pacientes de distintas áreas geográficas y étnicas, informó la propia universidad, informa Efe.
Además de la leche y la carne de res, la bacteria MAP, cuya cepa está presente en casi el 50 % de las vacas de los Estados Unidos, puede pasar a los humanos a través de productos fertilizados con estiércol de vacuno infectado, según el equipo de científicos del Colegio de Medicina de la UFC, quienes basaron su estudio en el análisis de las pruebas genéticas hechas a un grupo de pacientes con artritis reumatoide que participaron en la investigación.