Las autoridades de salud de Nicaragua informaron hoy de que se han detectado 7 nuevos casos de “locura colectiva” en un departamento del norte del país centroamericano.
Los afectados fueron 7 hombres jóvenes, de entre 14 y 20 años, nativos de la comunidad de Walakistan, del departamento de Jinotega, en el norte de Nicaragua, detalló el Ministerio de Salud (Minsa) en un reporte leído por la vicepresidenta Rosario Murillo.
Los jóvenes “ya están siendo atendidos por los médicos tradicionales y el Minsa”, indicó Murillo, también primera dama.
Este mal es conocido por los nativos como “grisi siknis” y es una especie de locura o histeria colectiva que afecta principalmente a indígenas miskitos, que es tratada con medicina natural.
Los afectados sufren convulsiones, alucinan y corren desesperadamente por la aldea con palos o machetes en manos, hasta que se desmayan y recuperan la conciencia sin recordar nada.
El mal es atribuido a maleficios a cargo de brujos o hechiceros, muy temidos en esa zona, una de las más pobres del país, para obligar a la gente a pagar cuantiosas sumas de dinero por la cura a cambio de salvar la vida a sus seres queridos.
Los científicos consideran, sin embargo, que se trata de estados graves de desesperación causados por la extrema pobreza en que han vivido los indígenas miskitos del Caribe norte.
En septiembre de este año se registró un brote de “grisi siknis” en la comunidad de Raití, Alto Wangki, ubicado en la Región Autónoma del Caribe Norte (RACN), informa Efe.
En mayo de 2016, en la ciudad colonial de León, a 97 kilómetros al noroeste de Managua, un grupo de estudiantes universitarios debieron ser tratados por la enfermedad, y en 2003 y 2009 también se registraron brotes en el Caribe norte del país.