Foto: Archivo referencial
Este es un año lleno de incógnitas para los inversionistas en Colombia. Ha llegado la fatiga por el riesgo país, con un peso colombiano cada vez más vulnerable a informaciones negativas, en momentos en que se registran protestas antigubernamentales sostenidas, los precios internacionales del petróleo caen por debajo de los 60 dólares y cuando el déficit en cuenta corriente de la Nación se ha ampliado hasta el 5,4% del PIB, convirtiéndose en uno de los más altos en América Latina.
Colombia tiene hoy una de las divisas más devaluadas de la región frente al dólar, algo que hace que aumente la percepción de riesgo de los inversionistas. Para los expertos, esta situación supone retos, pero también oportunidades de negocio.
“Frente a las turbulencias políticas nacionales e internacionales, se impone la prudencia ante las inversiones, no aventurarse y tener un buen control del riesgo. Hay que diversificar el portafolio para obtener una mejor rentabilidad y buscar activos refugio, como el dólar. Pero no nos referimos a comprar dólares en una casa de divisas o en el banco, sino a invertir en dólares”, asegura el abogado Edgar Pulido, Director de la firma Negocios USA en Colombia.
La década anterior fue muy sólida para el contexto económico de Estados Unidos y los datos más recientes hacen pensar que la proyección podría mejorar este 2020, sobre todo, si finalmente se consolida la tregua en materia comercial con China, que ya inició con la firma de la Fase 1 del esperado acuerdo para poner fin a la guerra de aranceles que ha sacudido a la economía mundial.
También está la proximidad de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que tendrán lugar en noviembre. Con el presidente Trump buscando la reelección, los esfuerzos están enfocados en mantener un nivel de actividad económica estable. Además, se debe considerar la actuación de los bancos centrales que, en un entorno de baja inflación, han recortado los tipos de interés e incluso han vuelto a intervenir en los mercados mediante la recompra de bonos, lo cual ha alejado, de momento, el riesgo de una recesión.
“En el caso de EE.UU. no vemos fuertes posibilidades de recesión y creemos que las empresas también lo están percibiendo así. De hecho, son muchas las compañías que están intentando sacarle el mayor provecho posible a las buenas condiciones que muestra el país norteamericano actualmente”, agrega Pulido.
Inversionistas latinoamericanos están acudiendo cada vez más a adquisiciones en franquicias y bienes raíces en Estados Unidos, por la elevada probabilidad de mantener seguros sus fondos y bienes, e incluso de incrementarlos. Además, tienen los beneficios de diversificación de carteras y un potencial de rentabilidad significativamente mayor que el de otros mercados en el continente que, presionados por la situación de Venezuela, Argentina y Brasil, ven cómo cae el valor de muchas inversiones, propiedades y negocios.