La epidemia del ébola, que dejó 11.000 muertos en la región del África Occidental (Guinea, Liberia y Sierra Leona) entre 2014 y 2016, ha permitido extraer una serie de lecciones para mejorar y optimizar los sistemas sanitarios al menos en Guinea, gracias a la implicación de sus socios internacionales.
Esta semana, una delegación de europarlamentarios y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) visitó Conakry para pasar revista a los principales pilares del sistema sanitario y certificar los cambios introducidos en el país.
“Tras ver los resultados, creo que el país y el gobierno, junto a las ONG y de la delegación de la UE, están haciendo un buen trabajo: dos años después de la crisis del ébola puedo decir que hemos aprendido lecciones y ese será nuestro mensaje al Parlamento Europeo”, dijo a Efe el jefe de la delegación, Norbert Neuser.
Neuser encabeza la delegación del Parlamento europeo, compuesta además por la alemana Maria Noichl y el polaco Adam Szejnfeld, llegados con el fin de evaluar los programas financiados por la UE, reporta Efe.
El ébola puso en evidencia los grandes fallos del sistema sanitario guineano: pobre presupuesto estatal dedicado al sector de la salud (1,98% del presupuesto total en 2012), baja cantidad de personal sanitario entre médicos y enfermeros (3,59 por cada 100.000 habitantes), poca disponibilidad de medicamentos y equipos y deficientes sistemas de detección de riesgos.