Foto: Archivo referencial
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con un rebote del 5,08 % hasta los 21,11 dólares el barril, aupado por el acercamiento entre Rusia y Estados Unidos para estabilizar los mercados después de cerrar ayer con el peor dato desde febrero de 2002, arrastrado por la crisis del COVID-19 y los estragos en la demanda.
A las 09.15 hora local el barril cotizaba así por encima de los 21 dólares tras sumar 1,02 dólares respecto a la sesión previa del lunes.
Los precios del petróleo subían después de conocerse que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, conversaron vía telefónica y acordaron que sus responsables en la materia discutan un plan para estabilizar los mercados energéticos.
Aunque en los últimos días Washington ha presionado a Arabia Saudí para que se siente a negociar con Rusia con el objetivo de poner fin a la guerra de precios entre Riad y Moscú, finalmente la administración Trump ha preferido entablar conversaciones con Putin para, entre otras cosas, paliar las consecuencias devastadoras de la crisis del COVID-19 y la caída sin precedentes en la demanda por las medidas de confinamiento y distanciamiento social que se están llevando a cabo en todo el mundo.
Algunos analistas señalan que este sentimiento de que la guerra de precios puede diluirse en los próximos meses a la par que la economía se empezará a recuperar, una vez la situación por el COVID-19 mejore, está provocando una situación de “mercado de contango”, es decir, que los inversores están reteniendo el petróleo que producen con la perspectiva de venderlo a un precio más caro en el futuro.
Sin embargo, a pesar del respiro en la sesión de hoy, el analista de la consultora Rystad Energy Bjornar Tonhaugen recordó en una nota que “la madre de todos los excedentes del mercado petrolero” se dará en abril, a partir de mañana, cuando los países de la OPEP y sus aliados comiencen a bombear tanto crudo como estimen oportuno una vez caduque el último recorte de producción acordado a finales de 2019.
Según Tonhaugen, se producirá una oferta que posiblemente supere la demanda en más de 20 millones de barriles por día, “lo que volverá rápidamente a atormentar al mercado una vez pase el optimismo de hoy”.
El mercado del “oro negro” también ha recibido con buenos ojos las noticias de que China, el mayor consumidor del mundo, empieza a recuperar la normalidad y se van terminando los bloqueos impuestos por el COVID-19. EFE