El posconflicto “está en riesgo”, según un informe presentado que sugiere como medidas a seguir el “cumplimiento cabal del acuerdo de paz suscrito” entre el Gobierno y las Farc y “la puesta en marcha de estrategias eficaces para conjurar los demás factores de violencia”.
El estudio, denominado “Cómo va la paz”, fue realizado por la Fundación Paz & Reconciliación para La Iniciativa: Unión por la paz, una organización no gubernamental encabezada por el expresidente Ernesto Samper.
“La guerra terminó. Lo que está en discusión es la calidad del posconflicto. Las preguntas después de un año de firmado el acuerdo de paz tienen que ver con el camino que elegiremos en la transición”, reza el informe.
Entre esas preguntas, destaca si el período que se abre tras el fin del conflicto con las Farc será “especialmente violento” como el de Centroamérica, si se zanjarán “las enormes diferencias y controversias que en torno a las negociaciones de paz se han tejido con más ardor que razón” o si se echarán “pronto las bases de la reconciliación nacional con verdad, con justicia y reparación”.
También se preguntan si “los 281 municipios que han sufrido la guerra recibirán una verdadera atención del Estado” o si “se abrirá el país a un tiempo de reformas políticas, económicas y sociales en pos de la modernización, de la inclusión política y de la equidad social”.
Por ello, consideran que “el primer paso para realizar un posconflicto de alta calidad es el cumplimiento cabal del acuerdo de paz suscrito solemnemente” el 24 de noviembre del 2016 y que mañana cumple un año.
El otro, se refiere a conjurar los demás factores de violencia, lo que incluye el fin el crecimiento de los cultivos ilícitos, el narcotráfico y la minería ilegal.
También alertan sobre “la persistencia” de los grupos herederos de los paramilitares, especialmente el llamado Clan del Golfo, la consolidación de las disidencias de las Farc, así como evitar “cualquier tentación del Eln de volver a la confrontación armada”.
Esa guerrilla, la última en armas en el país y en plenos diálogos de paz, se encuentra en un cese el fuego con el Gobierno que debe extenderse al menos hasta el próximo 9 de enero.
El estudio es particularmente duro al afirmar que hay una “anarquía criminal que se percibe en algunas zonas dejadas por las Farc donde están en aumento los delitos comunes y los conflictos en la comunidad”.