Después de recorrer cuatro ciudades distintas en busca de atención médica para tratar el cáncer que padece en su rodilla izquierda, Rossy Liliana Barón Hernández, de 34 años, manifiesta que es una víctima más de la inoperancia de las EPS en Colombia.
Esta historia es solo una de las miles que se viven diariamente en el país a causa de la crisis que atraviesa el sistema de salud. Una de las causas que ha conllevado al cierre de hospitales y clínicas en todo el territorio nacional ha sido la falta de desembolso por parte de los pagadores que han dejado una deuda que alcanza los 8.2 billones de pesos.
Y es que el acceder a los servicios de salud se ha convertido, para los usuarios del sistema, en una pesadilla del diario vivir. Según la Asociación de Clínicas y Hospitales de Colombia (ACHC), más de 26 millones de colombianos están afiliados a una de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) que en este momento se encuentra bajo medidas especiales por parte de la Superintendencia de Salud.
Tras la Ley 100 de 1993 se crean las EPS como aseguradoras de la población y administradoras de los recursos de la salud. Estas entidades deben hacer contratos con las Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS) para garantizar el derecho; pero el pago que deben realizar las primeras a las segundas, no está llegando oportunamente. Si bien las IPS tienen la voluntad de atender a las personas, en muchos casos la situación ha llevado a que se disminuya la oferta de atención o deben endeudarse para poder suplir la demanda de los pacientes que llegan.
Según el Ministerio de Salud, antes de que finalizara el año 2016, 250 hospitales públicos de los 947 existentes en el país, se encontraban en alto y mediano riesgo financiero. Esta situación dificulta aún más la atención de los usuarios, como en el caso de Rossy Barón, pues las clínicas y hospitales se han visto en la obligación de reducir el número de camas, así como de cerrar algunos servicios primordiales, como pediatría, cirugía general, obstetricia, cardiología, entre otros.
Lo anterior repercute de manera directa en la calidad del servicio y en el acceso a la atención que, según cifras de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), cada día tiene más demanda pues, de acuerdo con la entidad, entre 2010 y 2015 el número de afiliados creció en 9,2%.
Desde la Alianza Somos 14+1, conjunto de clínicas y hospitales que representan más del 80% de la oferta hospitalaria de salud en el departamento de Antioquia y con quienes el sistema de salud acumula deudas del orden de los 2 billones de pesos, se considera indispensable que se normalice el flujo de recursos en el sistema de salud, que se llegue a una conciliación con todos los aseguradores y el Gobierno Nacional para tomar medidas contundentes respecto al pago de la cartera y se hace un llamado a las EPS para que éstas se comprometan a pagar oportunamente sus obligaciones con los hospitales y clínicas.
“La situación que vivimos hoy por hoy es tan crítica que, en menos de 6 meses, el país podría estar enfrentando una inminente crisis social, tras el posible cierre de más entidades de salud en el territorio nacional” explica Juan Édgar Marín, gerente de Serviucis y vocero de la Alianza Somos 14 + 1.