Foto: Archivo referencial
No es ningún secreto que el coronavirus es una pandemia de la que no se conocen todos sus alcances, siendo el hecho de los rebrotes en países como China, Alemania, España y recientemente Nueva Zelanda, mantienen en alerta a las autoridades nacionales sobre un posible repunte de los casos de coronavirus que afecte el avance a nivel de recuperación de la economía y de los planes de la ‘nueva normalidad’.
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Cabe recordar que en Colombia todavía no se supera siquiera la primera ola del virus, pero desde algunos sectores en el manejo de riesgos laborales y económicos sí plantean la posibilidad de que se tomen medidas preventivas para que este posible rebrote no afecte tanto como lo ha hecho en otros países. Este es el caso de Luis Enrique Sánchez, experto en este tema.
Según lo explicó Sánchez, es necesario que las empresas contemplen este escenario, al cual llegarían más preparadas o, si se quiere, con lecciones aprendidas, señalando que “se debe pensar en acciones conjuntas, incluso con la competencia”, entendiendo así que lo importante para las empresas es dejar de lado algunos vicios competetivos para pensar en el futuro de la economía nacional.
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Siendo así, el experto planteó cuatro ítems que se deberían tener en cuenta para preparar y blindar a las empresas en caso de que llegue a presentarse un rebrote de la pandemia, y que de no pasar, permitiría que las compañías inviertan en garantías que les ahorren problemas futuros.
- Evaluación del tipo y nivel de riesgo: Identificar amenazas financieras, operativas, comerciales, laborales, entre otras, a través de una matriz que permita categorizarlas según su probabilidad de ocurrencia (alta, media y baja).
- Adopción de medidas productivas: Analizar cómo estos afectan la productividad de la compañía y, en general, del sector. Prever disminución de la demanda y modificar el flujo de proveedores o anticipar picos de demanda y fortalecer cadenas de suministro.
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- Alineación a los nuevos hábitos de consumo: Es fundamental que las empresas fortalezcan sus canales digitales y adopten las tecnologías necesarias para satisfacer no solo las nuevas dinámicas comerciales, sino laborales.
- Gestión del talento: Ayudar a los colaboradores a gestionar sus emociones, sus habilidades y capacidad de adaptación a los cambios es decisivo. Es momento del verdadero liderazgo, de tener un flujo de información claro y elevado en las organizaciones.
