El éxodo rural en dirección a ciudades como Bogotá, Medellín o Cali causado por el conflicto armado es “irreversible”, aseguró el economista y especialista en urbanismo Gilles Duranton, profesor de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.).
Duranton fue uno de los expertos que participó esta semana en el quinto Foro Urbano organizado por ONU Hábitat en Bucaramanga, capital del departamento de Santander.
“La experiencia nos dice que cuando la gente se mueve a las ciudades empujada por un conflicto armado como el colombiano, cuando este termina la gente se queda, sin embargo, con la paz la presión migratoria se reduce”, afirmó el profesor en una entrevista telefónica con Efe.
Las cinco décadas de conflicto armado en Colombia provocaron un goteo incesante de desplazados de regiones extremadamente golpeadas por la violencia como el Chocó, el Valle del Cauca o los Llanos Orientales, que huyeron hacia grandes ciudades en las que podían aspirar a una vida más segura y próspera lejos del fuego cruzado.
Sobre esta realidad, el especialista en urbanismo señaló que los movimientos de desplazados provocaron que en la actualidad Colombia cuente con un índice de población urbana muy elevado, de más del 70 %.
Según el informe anual de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Colombia hay en la actualidad 6,9 millones de desplazados, siendo uno de los países del mundo con un mayor número de personas en esta situación.
“Gran parte de esa población llegó a las ciudades movida por el conflicto”, recordó el economista, quien vaticinó además que la población urbana seguirá creciendo en los próximos años, aunque a un ritmo más pausado.
Duranton sostuvo que Colombia ha desarrollado sus ciudades como “islas” sin prestar mucha atención al urbanismo de estas y a su articulación con el resto del territorio.
“Las ciudades colombianas son muy densas, hasta tres veces más que las europeas. Eso tiene más costos que beneficios, por ejemplo, el precio de la vivienda empieza a ser muy alto y puede alcanzar el nivel de ciudades como Londres o San Francisco (EE.UU.)”, alertó el profesor de la Universidad de Pensilvania.
Sin embargo, el economista reconoció varios éxitos del país suramericano en la lucha contra la pobreza urbana o para evitar una crisis de su sistema hipotecario, como el que se produjo en Estados Unidos o España.
Duranton resaltó que uno de los principales retos que deberá encarar Colombia durante el posconflicto tras la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC el pasado mes de noviembre es la integración de los guerrilleros desmovilizados, que en muchos casos se desplazarán hasta las ciudades para empezar su nueva vida como civiles.
“Hay que asegurarse de que la paz se mantiene y en este sentido lograr que los guerrilleros se integren en las ciudades. Eso generará el reto de evitar que aumente la violencia en el mundo urbano”, apuntó el profesor.
Asimismo, Duranton advirtió del riesgo de que antiguos guerrilleros y paramilitares acaben aumentando la delincuencia común en las grandes ciudades formando bandas criminales y perturbando así una paz urbana que ha costado mucho consolidar en el país.
Finalmente, el experto indicó que el gran peso demográfico de urbes como Bogotá, que reúne más de ocho millones de habitantes, Medellín (2,5 millones) o Cali (2,4 millones), pude generar importantes desequilibrios territoriales a medio y largo plazo que incluso podría generar conflictos políticos.
“Existe el riesgo de que el país acabe dominado por Bogotá generando un efecto de rechazo en el resto del país. Algo que ya ha pasado en Reino Unido”, concluyó Duranton.