La explotación ilegal de oro de aluvión en Colombia aumentó un 6 % entre 2014 y 2016, según un estudio divulgado hoy en Bogotá y realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el Ministerio de Minas y Energía y la Embajada de Estados Unidos.
En dos años el número de hectáreas afectadas por esta práctica pasó de 79.000 a 84.000, lo que representa un incremento del 6 %, dijo el viceministro de Minas, Carlos Andrés Cante, al comentar el análisis “Colombia explotación de oro de aluvión”.
Los resultados del documento, dijo el alto funcionario, son esenciales para tomar medidas en la lucha contra la minería ilegal porque se estableció que el 66 % de las zonas de explotación no tienen títulos mineros ni licencias ambientales.
El estudio se realizó con el mismo sistema de monitoreo utilizado para contabilizar los cultivos ilícitos en Colombia por parte de Naciones Unidas.
El documento evidencia que un 76 % de esta actividad se concentra en los departamentos de Chocó (39 %) y Antioquia (37 %), en el noroeste del país, y alerta sobre su práctica en áreas restringidas para la actividad minera como Parques Nacionales Naturales, resguardos indígenas y tierras de las comunidades negras.
“El municipio de Zaragoza, en Antioquia, es el que presenta más área afectada con 6.186 hectáreas, lo que representa el 7 % de la afectación nacional”, explicó el coordinador técnico del Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, Leonardo Correa.
El funcionario agregó que de 54.000 hectáreas que ya estaban en el informe realizado en 2014, más de 20.000 están afectadas por expansión y más de 8.000 son nuevas.
Detalló asimismo que un porcentaje importante de este tipo de actividad minera se desarrolla en las mismas zonas en donde hay cultivos de coca.
“Me preocupa mucho la coincidencia entre minería (ilegal) y coca. Me parece que se está creando una simbiosis en la cual el dinero que produce en narcotráfico se lava a través de las posibilidades que ofrece la minería”, agregó.
Por su lado, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, aseguró que los resultados del estudio “revelan una situación desafiante”.
Añadió que la minería ilegal pone en riesgo la salud de comunidades vulnerables, daña el medio ambiente y alimenta el crimen trasnacional.
“Los que trafican con drogas, con seres humanos, también están involucrados en esta actividad”, dijo el diplomático que reiteró el compromiso de Estados Unidos para apoyar los esfuerzos de Colombia en el combate a la delincuencia y los grupos criminales, informa Efe.
Recordó que su Gobierno apoya a Colombia ayudando a mejorar sus capacidades técnicas y judiciales con equipos de campo y laboratorios “para detectar delitos asociados a la minería ilegal”.